Un estudio de Motorola Mobility, realizado a través de CIO Research en Argentina, reveló que el 36% de los ciudadanos de ese país cambia su smartphone durante el primer o segundo año luego de haberlo comprado, mientras que el 34% lo hace en el tercer o cuarto año.
Si bien las cifras podrían ser semejantes al escenario peruano, lo cierto es que en algunos años todos vamos a tener una verdadera colección de teléfonos inteligentes que ya no usamos dando vueltas por nuestra casa.
Además de ocupar espacio y multiplicar la cantidad de cargadores por habitante, ¿pueden servir para algo? Sí, basta mirar con estas opciones:
Convertirlo en un router.
Todos los smartphones relativamente modernos tienen la opción de “compartir” su Internet. Tanto a otros dispositivos móviles como a computadoras con antena wi-fi. Si tenemos una conexión inalámbrica en nuestro hogar podemos armar un mini router casero utilizando el smartphone viejo como “puente” entre una conexión y otra.
Fabrica un e-reader casero.
Los viejos smartphones con la pantalla aún en condiciones pueden servir perfectamente como lectores electrónicos. Gracias a aplicaciones como Alreader, Aldiko o Bookari, que permiten leer diferentes tipos de formato de texto, el viejo celular se puede usar como una tablet para leer.
Un sistema de seguridad y control.
Parece una afirmación obvia, pero los smartphones; incluso los más humildes, son computadoras pequeñas pero de gran potencia. Por eso es que, con un poco de ingenio, se pueden montar aplicaciones como IP Webcam (Android), Manything (iPhone) o Alfred (aplica para ambas plataformas) que permiten monitorear el ingreso a la casa. Hasta se puede utilizar como “baby call”.
Control remoto de repuesto.
Si el viejo dispositivo cuenta con un dispositivo infrarrojo, entonces podrá ser reconvertido en un control remoto de repuesto para el televisor. Para eso, solo hace falta instalar aplicaciones como IR Universal Remote o Peel Smart Remote.
Cronista Comercial de Argentina
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)