Desde la industria de la música hasta el almacenamiento online, el modelo freemium ha revolucionado algunos de los mercados más grandes a nivel mundial.
Compañías como Spotify y Dropbox han acogido este modelo de negocio y se han convertido en protagonistas de la redefinición de mercados multimillonarios.
Sin embargo, hasta hace poco, algunos sectores se estaban resistiendo al potencial rompedor del modelo freemium. Desde FreedomPop nos preguntamos si es posible transformar el mercado de datos móviles, valorado aproximadamente en un billón de dólares, rompiendo así los esquemas tradicionales de la industria de las telecomunicaciones.
Para poder responder a esta pregunta de forma correcta, es importante entender cómo funciona realmente el modelo freemium. Tanto Skype con voz, como Dropbox con almacenaje, incluso Tinder en el plano más sentimental, todos los modelos freemium ofrecen un servicio 100% gratis.
Este modelo también depende del porcentaje de conversión de usuarios gratis a usuarios de pago, lo que se puede conseguir mediante dos vías. Promover la ampliación de los planes base a otros más completos, Dropbox por ejemplo vende más espacio de almacenaje, o apostando por los servicios adicionales, tal y como hace Skype con las llamadas Skype out.
El factor crucial que hace posible el desarrollo y la evolución de este modelo innovador es la revolución digital. Gracias al coste cada vez menor del potencial de Internet, el coste marginal de la distribución es prácticamente cero, de modo que este modelo continuará expandiéndose ya que una amplia variedad de propuestas de valor se puede ofrecer a través de Internet.
En el caso del mercado de la telefonía móvil, el coste de datos sigue bajando y tecnologías OTT como WhatsApp permiten un coste de voz y texto casi inexistente. Así pues, una compañía como Freedompop que acoge las tecnologías OTT y que cuenta con una distribución digital permite operar bajo una logística mucho más simple que las operadoras tradicionales, ofreciendo un servicio gratuito y planes de pago a un precio más económico que el del resto del mercado.
Por muy prometedor que pueda parecer, el modelo freemium aplicado a las telecomunicaciones es solo un primer paso de lo que podría ser una revolución móvil masiva.
Lo que convierte a nuestro servicio convincente no es solo el hecho de que hayamos encontrado una forma de que el “gratis” sea rentable, sino también que el coste de la adquisición de cliente es 99% menor al del resto de mercado. Esto significa que para conseguir un millón de nuevos suscriptores a Orange le costaría 250 millones de dólares de inversión publicitaria y a Freedompop 2,5 millones de dólares.
Si las grandes operadoras intentaran jugar bajo las reglas de Internet y OTT, no solo podrían obtener ganancias económicas enormes, sino que también permitirían que los consumidores se beneficiaran de un acceso mucho más asequible a los servicios básicos de la comunicación.
En caso contrario, las operadoras que se resisten o ignoran la nueva dinámica y siguen aferrándose a las ganancias excesivas de los servicios estándares como voz y texto, acaban perdiendo. Durante los próximos 3/5 años, el mercado móvil se enfrentará cada vez más a nuevos actores que irán dominando el mercado minorista.
Los grandes líderes tecnológicos como Google, Apple o Facebook ya han expresado públicamente su interés en ofrecer servicios wireless y tienen el potencial para ampliar y acelerar la penetración en los modelos disruptivos.
Freemium no es solo una forma más de ganar dinero sino que también representa un pequeño paso hacia un mundo mejor y la tendencia que prueba hacia dónde va el mercado.
En este mundo interconectado, prevemos que las compañías que se aferran a las ganancias excesivas de los servicios estándares como voz y texto, acabarán perdiendo, mientras que las empresas que puedan ofrecer a sus consumidores una propuesta con mayor flexibilidad, conveniencia y valor añadido saldrán ganando.
Diario Expansión de España
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)