El 21 de octubre de 1985 Marty McFly subió al automóvil que lo transportaría en un viaje que le tomaría 30 años… En poco más de cinco segundos llegó a un día como hoy, el 21 de octubre de 2015. Todo fue parte de la ficción cinematográfica, aunque lo importante es que los productores, entre ellos Steven Spielberg, de la película Volver al futuro pudieron prever qué herramientas electrónicas se usarían en el siglo XXI para facilitar la vida de los humanos.
Michael J. Fox, el protagonista de la primera de las tres películas dirigidas por Robert Zemeckis, condujo el automóvil deportivo DeLorean DMC-12, con puertas de ala de gaviota y carrocería metálica de acero inoxidable, para llegar al mundo en el que existirían videollamadas, películas en 3D, drones con cámaras de video y otros equipos que en 1985 solo existían en la imaginación de los visionarios.
El filme de Universal Picture recaudó US$ 381 millones en todo el mundo, entre otras razones porque el público llegaba a las salas de cine deseoso de saber cómo la mente de los 80 se imaginaba la vida en el siglo XXI.
El director Zemickis, y los productores Speilberg, Bob Gale y Neil Canton dibujaron un escenario casi real, del que excluyeron robots casi humanos, viajes espaciales instantáneos, extraterrestres y teletransportación, para presentar acciones más terrenales como las videoconferencias, hoy transmitidas desde cualquier punto del globo gracias a aplicaciones como Skype.
Otras de las predicciones que se volvieron realidad es la existencia de unos anteojos que permitían contestar el teléfono, las que se podrían comparar con las Google Glass de la actualidad y la ropa inteligente con conexión a Internet que registran datos como la presión arterial, la temperatura del cuerpo y el desgaste físico.
Según han contado los creadores de la película, la idea de realizarla surgió cuando Bob Gale al apreciar fotos antiguas de su familia pensó que sería divertido volver en el tiempo para conocer la adolescencia de su padre.
Pero la historia no se quedó solo en un juego o en un concepto de ocio y diversión, sino que gestó una de las visiones más acertadas de cómo sería la vida en el siglo XXI.