(Bloomberg) Daimler y el fabricante de autopartes más grandes del mundo planean ofrecer taxis robóticos en Estados Unidos y Alemania dentro de seis años, en tanto se intensifica la competencia por ser el primer proveedor de coches compartidos autónomos.
Mercedes-Benz, la división de Daimler, y Robert Bosch GmbH, el gigante de la tecnología automotriz, se aliaron para probar los vehículos en no menos de cuatro sitios, entre ellos Silicon Valley y su ciudad natal, Stuttgart, según un comunicado publicado este martes.
El proyecto, que compite con ingresantes más recientes como Uber Technologies y su tradicional rival BMW, permitirá que los clientes llamen coches automatizados por smartphone.
“La idea es que el vehículo venga al conductor y no al revés”, declararon en el comunicado Daimler, sociedad controlante del fabricante de coches de lujo más grande del mundo, y Bosch. El emprendimiento tendrá algunos cientos de empleados.
Las automotrices y nuevos competidores como Uber, una startup de viajes particulares, están invirtiendo miles de millones en la fabricación de vehículos lo suficientemente inteligentes como para poder andar solos por las calles.
Algunos fabricantes tradicionales, como Fiat Chrysler Automobiles NV, se están asociando a proveedores de tecnología para bajar costos, mientras que Daimler desarrollará modelos para una nueva era de vehículos que se manejan solos en gran parte por su cuenta.
Construir una flota de taxis robóticos permitirá que la empresa alemana, también dueña del fabricante de vehículos comerciales más grande del mundo y de la marca de coches urbanos Smart, monetice la tecnología cuando esta se popularice y evite transformarse en un proveedor de hardware de márgenes más bajos que los aspirantes de Silicon Valley.
Además, esto le permite a Daimler mantener bajo control su relación con los conductores y los datos valiosos que generan, aunque ellos ya no sean dueños de los coches a los que se suban.
Adaptación
La sociedad entre dos pesos pesados de la industria automotriz alemana forma parte de un cambio más amplio mientras la industria se prepara para una revolución. Daimler debe ajustarse a “cambios fundamentales” en tanto los autos son cada vez más capaces de andar solos y usan motores eléctricos, dijo el presidente Manfred Bischoff en la reunión anual de accionistas la semana pasada.
Invertir en el futuro ha sido caro para Daimler, que experimenta con funciones autónomas desde hace años. La empresa advirtió que sus ganancias aumentarán poco en 2017, en tanto siguen subiendo los costos de investigación y desarrollo tras saltar 15% el año pasado y alcanzar 7.600 millones de euros.
La sociedad controlante de Mercedes también es dueña de la empresa de coches compartidos Car2Go, que cuenta con 2.2 millones de miembros en el mundo, y de Mytaxi, una aplicación para llamar taxis que el año pasado se fusionó con Hailo, su equivalente británica.
El fabricante alemán compró el servicio estadounidense de reserva de viajes RideScout LLC en 2014 y administra Moovel, que combina servicios compartidos de taxi, coches particulares y bicicletas con el transporte público.
Aunque pasarse a los servicios y los vehículos autónomos los exponga a perder la demanda de coches particulares, tal vez los fabricantes no tengan alternativa. Los vehículos autónomos probablemente representarán el 25% de las ventas de coches nuevos para 2035, según un estudio de Boston Consulting Group.