Imagine que en vez de semáforos pseudointeligentes que muestran los segundos que faltan para el cambio de luz, Lima tenga aparatos con sensores que midan el flujo vehicular y la emisión de CO2, y regule en tiempo real los periodos de ‘rojo’ y ‘verde’.
Imagine que los centros de monitoreo, en los que se graban actos delictivos que luego se trasmiten en los noticieros nocturnos, estén interconectados con bases de bomberos, policía y hospitales, y así generen una reacción disuasiva en los delincuentes.
Imagine una aplicación para smartphones que le permita comunicarse directamente con su municipio y proporcione información de los lugares donde existen, por ejemplo, parqueos para bicicletas.
Estos son algunas de las soluciones tecnológicas que, según Ben Schneider, presidente de Indra Perú, Lima puede implementar para gradualmente convertirse en una smart city.
Explicó que “en esencia, en una smart city están integrados tecnológicamente los servicios a los ciudadanos, para que su hábitat sea lo más amigable, eficiente y sostenible posible”, y destacó que “una smart city optimiza el tiempo del ciudadano, le permite interactuar con su gobierno de manera amigable y actúa como una ventanilla única”.
Schneider advirtió que “las ciudades que no se van convirtiendo gradualmente en inteligentes, van a quedar paralizadas”.
El presidente de Indra Perú citó experiencias de implementación de soluciones tecnológicas en otras ciudades, como el sistema de emergencia en Madrid, que integra tecnología de voz, imágenes y semáforos inteligentes con centrales de bomberos, policías y hospitales para el libre flujo vehicular en sus avenidas principales.
Bilbao y La Coruña (España), Buenos Aires (Argentina), y Medellín y Tunja (Colombia), son ciudades que ya han implementado algún tipo de solución tecnológica.
¿Quién debería liderar en las ciudades peruanas el cambio a smart citiy? Ben Schneider asegura que es una tarea compartida entre el gobierno, el sector empresarial y los ciudadanos.
“Las empresas de tecnología tienen la responsabilidad de definir la (oferta de) tecnología, los gobiernos locales son los que más cerca están del ciudadano y ven los problemas de la zona. (…) Se requiere tomar conciencia de la magnitud del problema, liderazgo y mucha comunicación”, expresó.
En cuanto a la ciudadanía, el ejecutivo indicó que esta debe “empujar” el uso inteligente de las tecnologías.
“Los ciudadanos debemos de entender que así como estamos todo el día en redes sociales compartiendo mensajes con amigos y familia, ese mismo aparato puede hacer mucho más partícipe nuestro rol de ciudadanos”, comentó.