Japón tiene un gran potencial para ser una referencia: es un país pionero en los videojuegos y domina el mercado de las consolas con sus gigantes Sony y Nintendo.
“Espero que los japoneses se den cuenta de que ganar dinero y ganarse la vida como profesional del videojuego es tan genial como ser un tenista como (Kei) Nishikori u otros”, afirma Taichi Shibuki, presidente de la empresa de juegos JPPVR.
En su opinión, “mucha gente aquí no conoce ni siquiera la palabra eSport. Pero este (espectáculo del Tokyo Game Show) podría cambiar radicalmente las cosas”.
Al contrario que las separaciones tradicionales por sexo (hombres y mujeres) y por aptitudes físicas, los eSports pueden ser practicados en “condiciones iguales” por todos, insiste Shibuki. “Poco importa que seas un hombre o una mujer, joven o viejo, o físicamente discapacitado. Es una disciplina donde todos pueden competir”.
El Tokyo Game Show acoge este año a más de 600 expositores que presentan un amplio campo de ocio electrónico, tanto en sagas de popularidad mundial como en otras más específicas para el mercado japonés.
Como es habitual, Nintendo no participa en este salón, pero están representadas empresas de desarrollo de juegos para su consola Switch, así como para la PlayStation 4 de Sony, la habitual marca estrella local de TGS.