(Bloomberg).- Gracias al nuevo iPhone X de Apple Inc., el reconocimiento facial puede finalmente estar a punto de propagarse entre los consumidores.
La tecnología desarrollada por primera vez en los años sesenta ha sido desde entonces relegada a la esfera de las agencias gubernamentales y las empresas de alta seguridad. Pero si sigue el mismo camino que lanzamientos anteriores de Apple, como los sensores de huellas dactilares, es sólo cuestión de tiempo para que empiece a aparecer en los hogares, en las tiendas y en otros teléfonos.
Si bien no todo el mundo va a comprar el iPhone de gama alta de US$ 999, los fabricantes de electrónica rivales ya están tratando de averiguar cómo pueden incorporar la tecnología en sus ofertas. Las startups que venden sus propias versiones de reconocimiento facial dicen que ya han visto un repunte de la demanda desde el 12 de setiembre, cuando Apple anunció el iPhone X, también conocido como 10.
“Ahora, un líder como Apple admitió que esto tiene sentido”, dijo George Brostoff, presidente ejecutivo de SensibleVision Inc., una empresa con sede en Cape Coral, Florida, que fabrica software para tablets y teléfonos inteligentes. “Esto hace que compañías como Motorola, como LG, vengan a llamar a la puerta de compañías como la nuestra”.
No primero, ¿pero mejor?
Como ocurre a menudo, Apple no es el pionero de la tecnología más reciente en causar furor. Amazon.com Inc. ha solicitado una patente para permitir pagos mediante un selfie, similar a un servicio de Mastercard Inc. que se lanzó el año pasado en Europa.
La compañía financiera USAA ha ofrecido reconocimiento facial a través de su aplicación desde hace varios años. Incluso con el respaldo de algunos grandes actores, la tecnología parecía estar ganando poca tracción entre los consumidores –hasta ahora.
Apple tiene un historial de tomar tecnologías ya en uso y perfeccionarlas –para no hablar de darles un mayor atractivo– a fin de que puedan dar el salto al consumo de masas. Piense en los reproductores de MP3 y el iPod, tablets con el despliegue del iPad y, más recientemente, con lectores de huellas dactilares.
La función Face ID de Apple trabaja proyectando y analizando más de 30,000 puntos invisibles para crear un preciso mapa en profundidad de la cara de un usuario. Una cámara de infrarrojos lee el patrón, captura una imagen infrarroja y confirma la coincidencia.
Apple dice que Face ID funciona en la oscuridad, no se deja engañar por fotos o máscaras y funciona incluso cuando hace mucho frío –algo donde los lectores biométricos de huellas digitales generalmente encuentran dificultades.
El Galaxy Note 8 de Samsung Electronics Co. ya ofrece reconocimiento facial, pero puede ser engañado por una foto, afirmó un desarrollador. En el pasado, el software también tuvo problemas con la mala iluminación y con la identificación de personas de color –cuestiones que muchos esperan que Apple haya resuelto.
“Ésta es ahora una tecnología consumible”, dijo Peter Trepp, máximo responsable de FaceFirst, con sede en Encino, California, que vende su software de reconocimiento facial a la policía, aeropuertos y ahora a minoristas. “Estamos recibiendo muchas llamadas, hay un gran interés. Es evidente que viene con fuerza”.