Diario Expansión
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)
Sólo hay tres países en el mundo donde el buscador que todo lo ve necesitaría unas gafas graduadas, muy distintas de las Glass que acaba de empezar a comercializar con fanfarria y esmero. Estos galos irreductibles son China, Corea del Sur y Rusia.
El gigante asiático optó por un ataque frontal. Vetó a Google y alentó la creación de un rival que respetase los límites que los censores no querían ver traspasados.
Aunque Baidu nació como una mera reacción, la feroz competencia de sus compatriotas Sogu y 360 Search, que representan en total casi el 40% del mercado local, y la necesidad de adaptarse a los gustos de sus vecinos han terminado diferenciando su oferta de la del imperio de Palo Alto.
Para asombro de muchos, los americanos han llegado a copiar tecnología a los chinos y no al revés. Eso es lo que está ocurriendo con las llamadas brand zones de Baidu, que permiten colocar la marca y productos del anunciante como primer resultado de búsqueda y enclavarlos en algo parecido a un microsite. Google ha intentado replicarlo desde el año pasado, aún sin conseguirlo del todo, mediante sus Image Extensions en AdWords.
Recetas coreanas
El imperio de Palo Alto tampoco ha encontrado precisamente una alfombra roja y ceremonia de bienvenida en Corea del Sur. Esta vez su rival es Naver, muy poco conocido fuera del este asiático pero un auténtico gigante en su país de origen, donde concentra el 80% de las búsquedas frente un Baidu que ni siquiera llegaba al 60%.
Docenas de analistas se quedaron petrificados cuando los títulos de Naver llegaron a duplicar el precio de los de Google este año. Aunque una de las explicaciones puede ser la burbuja sobre la que ya han informado agencias como Bloomberg, otra puede ser que, como advierten en la oficina comercial de Japón (JETRO) en España, «mientras la posible Oferta Pública de Venta de Line, que algunos medios prevén para el verano, no se convierta en realidad, mucha gente de momento invierte en Naver, que es su matriz».
Line es el servicio de mensajería instantánea que le hace la vida imposible a Whatsapp sobre todo en Japón, Taiwán y Tailandia. No en vano los nipones creen que es un producto autóctono y en parte lo es, porque fue Naver Japan quien lo lanzó y desarrolló, y es en ciudades como Tokio donde ha puesto en peligro de extinción a todos sus rivales.
Curiosamente, la mensajería instantánea de Naver no es profeta en su tierra. Allí es Kakao Talk quien domina más de un 80% el mercado. Jinho Shin, director de la consultora PromoCorea, recuerda que esto lo han conseguido gracias a que se trata de «una plataforma social que incluye funciones como Google Play o App Store» frente a la «herramienta dedicada exclusivamente a la mensajería instantánea» en la que se ha convertido Whatsapp.
El terror de Whatsapp
Ciertamente Kakao Talk, aunque puede salir a Bolsa este año por US$ 2,000 millones, no ha llegado a meter el miedo en el cuerpo a la app estadounidense, porque su presencia es mínima en el resto del mundo.
Quien sí lo ha conseguido es la china WeChat , dueña y señora de este segmento en la segunda economía del planeta. Y lo más peligroso para la americana es que lo ha conseguido diversificando y enriqueciendo su oferta en vez de depender de que las autoridades comunistas veten a sus rivales como ocurría en el caso de Baidu y Google.
La derrota de Google y Whatsapp arroja algo más de luz sobre sus movimientos recientes. La oferta de Line, Kakao Talk y WeChat iba mucho más allá de la simple mensajería instantánea de Whatsapp antes de que la adquiriese Facebook gracias, en gran medida, a que pertenecían a matrices con millones de contenidos digitales como la china Tencent o las coreanas Kakao Corporation y Naver. Es posible que Mark Zuckerberg tomara buena nota de ello antes de decidirse a pagar US$ 19,000 millones.
Asia también ha enseñado, como mínimo, un par de lecciones a Larry Page y Sergey Brin. La experiencia de Naver con Line mostró a Google un camino a seguir para un buscador que no ha sido capaz de convertir sus renqueantes Hangouts en una referencia de la mensajería.
Además, Baidu se adaptó antes a las necesidades de sus anunciantes con sus brand zones y fue así como el imperio de Palo Alto tuvo que convertir en realidad un viejo sueño de las nuevas generaciones chinas: que sus competidores en Silicon Valley le sigan los pasos por una vez y se vean forzados a emular parte de su tecnología.