Diario El Mundo de Venezuela
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)
Google trabaja en una píldora para detectar cáncer en su más reciente esfuerzo por ir más allá de los límites de la tecnología.
Todavía en etapa experimental, la píldora contiene pequeñas partículas magnéticas que pueden viajar por el flujo sanguíneo en busca de células malignas y reportar lo que encuentran a un sensor que porte el usuario.
Unas 2,000 de estas nanopartículas caben dentro de un sólo glóbulo rojo para ofrecer a los médicos una mejor idea de qué sucede en el cuerpo de sus pacientes.
El proyecto anunciado el martes es el esfuerzo más reciente que sale del laboratorio Google X, que ha tratado de abrir nuevas fronteras tecnológicas para solucionar problemas irritantes y mejorar la calidad de vida.
La misma división también trabaja en varios otros proyectos excéntricos que tienen poco que ver con la actividad principal de Google, la búsqueda de información y la publicidad en internet: vehículos autónomos, una computadora llamada Glass que parece unos lentes, globos que conectan a los usuarios con internet desde el espacio y lentes de contacto que miden la glucosa en las lágrimas.
Algunos inversionistas, frustrados con el costo de financiar los proyectos de X, los han ridiculizado, pero a Larry Page, presidente ejecutivo de Google, los compara con iniciativas extraordinarias que pueden impulsar la innovación y crear oportunidades de ganar dinero.
Pudiera pasar un decenio antes que la investigación de nanopartículas de Google rinda fruto, según la empresa, con sede en Mountain View, California.
En este momento, Google opina que las nanopartículas detectoras de cáncer pueden recubrirse con anticuerpos que se adhieran a proteínas específicas o células vinculadas con diferentes enfermedades. Las partículas se mantendrían en el torrente sanguíneo y reportarían lo que van encontrando, dijo Andrew Conrad, jefe de ciencias biológicas de Google X, mientras que un llamado sensor de vestir le sigue la pista por el campo magnético y recopila información sobre su movimiento por todo el cuerpo.
La meta es conseguir un vistazo más completo de la salud de los pacientes, en comparación con los análisis de sangre tradicionales, que no son lo suficientemente integrales para detectar las primeras fases de muchas formas de cáncer.
“Queremos que este proceso sea simple y automático, no invasivo’‘, dijo Conrad.
La información recibida por el sensor puede enviarse o almacenarse en internet hasta que pueda ser interpretada por un médico, agregó. Eso pudiera provocar interrogantes sobre privacidad o la seguridad de la información del paciente. Cuando se le preguntó si Google pudiera usar la información para propósitos comerciales, Conrad dijo: ``No tenemos interés en eso’‘.
El esfuerzo por desarrollar una mejor forma de detectar el cáncer se inspiró en la experiencia de Tom Stanis, un ingeniero de Google.
Tras ser golpeado por un vehículo cuando montaba bicicleta, Stanis terminó en un hospital donde le hicieron una tomografía para detectar si tenía hemorragia interna, y los médicos le identificaron un tumor en el riñón.
Es probable que a Stanis no le hubieran detectado el tumor en una etapa tan inicial si no hubiera sido por el accidente, lo que llevó a Google X a explorar mejores formas en que los médicos pueden detectar señales de enfermedades en sus inicios. Stanis, que está en remisión del cáncer, forma parte del equipo que trabaja en la tecnología de nanopartículas.
Conrad describió el proyecto durante una presentación en una conferencia del sector tecnológico organizada por el diario The Wall Street Journal. Dijo que en el equipo hay un oncólogo y otros doctores, así como ingenieros eléctricos y mecánicos, y un astrofísico que los asesora sobre cómo rastrear las partículas por todo el cuerpo.
Google está buscando socios para licenciar la tecnología y llevar productos al mercado en su momento.
“Nuestros socios se ocuparían de todo eso. Nosotros somos los inventores y creadores de la tecnología’‘, dijo Conrad.