Google Inc. considera que la nieve de Detroit es una mayor barrera para su vehículo autónomo que los organismos reguladores de Washington. ¿Cómo así?
El gigante de la tecnología no planea ofrecer su Google Car en zonas donde nieve a corto plazo, dijo ayer a la prensa en Detroit, Chris Urmson, director del proyecto de vehículo autónomo de Google.
En su exposición ante el Congreso Mundial de Noticias Automovilísticas, dijo que no cree que la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Autopistas de Estados Unidos, NHTSA, interfiera en el camino de la compañía.
“Estamos a un par de años, probablemente a cinco años”, dijo Urmson, haciendo referencia a las perspectivas de Google de llevar un auto completamente autónomo a las calles. “La NHTSA sin duda podría prohibirlo, pero no pensamos que tengan que otorgar permiso antes de tiempo”.
Google busca socios para contribuir a concretar la idea de uno de sus fundadores, Sergey Brin, de una movilidad más eficiente y segura. Por ahora, la compañía de Mountain View, California, planea un programa piloto en su estado con unos 100 autos similares a los prototipos de dos asientos y forma de huevo que presentó en mayo, que tenían una velocidad máxima de 40 kilómetros (25 millas) por hora y carecían de volante.
“Como todo auto fabricado para su uso en las calles de Estados Unidos, un vehículo autónomo tendría que cumplir con las pautas de seguridad vehicular federales, lo que se inscribe en la jurisdicción de la NHTSA”, dijo en un correo electrónico Gordon Trowbridge, un vocero de la NHTSA. “El organismo instrumentará las regulaciones y políticas apropiadas para garantizar la seguridad de ese tipo de vehículos”.
Sensores de radares
Algunos de los asociados con los que ha trabajado Google en el desarrollo de su vehículo autónomo son Robert Bosch GmbH, Continental AG, LG Electronics Inc., ZF Lenksysteme GmbH, FRIMO Group Gmbh, Prefix Corp. y Roush Enterprises, dijo Urmson.
Google ha reducido al tamaño de tazas de café los láser y sensores de los radares que sus autos necesitan para recorrer las calles sin conductor, agregó Urmson. Si bien los láser ubicados sobre algunos de sus primeros prototipos cuestan alrededor de US$ 75,000, los precios experimentarían un drástico descenso una vez que la producción sea a mayor escala, dijo.
“Los sensores más pequeños que desarrolla Google han mejorado la visibilidad en lluvia y niebla, y la conducción nocturna no es un problema. De todos modos, no serían aptos para Detroit, al menos no en un primer momento.
“Lo que pasa es que en Mountain View no nieva”, dijo. “Hay muchos lugares donde podemos hacer un primer lanzamiento, entender las pruebas, ver cómo los usa la gente y luego adaptar la tecnología a situaciones más difíciles”.