El presidente de Amazon, Jeff Bezos, anunció la semana pasada Prime Air, un servicio que tendría la capacidad necesaria para distribuir productos a través del uso de drones o vehículos aéreos no tripulados (UAV por sus siglas en inglés).
En ese contexto, el bloguero de Daring Fireball, John Gruber, desempolvó un artículo de The Guardian que corresponde al presidente de Google, Eric Schmidt. La columna data de abril pasado. Curiosamente, su autor reflexiona sobre el uso de drones.
“¿Cómo te sentirías si tu vecino comprara un avión comercial teledirigido, un drone de observación, que pudiera lanzar desde su patio trasero y simplemente volara sobre tu casa todo el día, cómo te sentirías al respecto?”, se preguntaba, en ese entonces, Schmidt.
“Capacidad de combate”
“La política (de privacidad de) Google es respecto a muchas cosas”, dijo recientemente el ejecutivo a los asistentes del Washington Ideas Forum, organizado por el Aspen Institute, “y pretende colocarse justo sobre esa línea espeluznante (creepy line, la frontera tenebrosa desde donde se atisba lo privado), pero no cruzarla”.
Sin embargo, las cuestiones en materia de privacidad no constituyeron las principales objeciones que hizo Schmidt contra las pequeñas aeronaves de Amazon, según recoge un artículo publicado por Fortune.
La tecnología drone, advirtió, podría “democratizar la capacidad de combate” y caer en manos de terroristas.