Si conserva una cámara de fotos de hace más de 10 años, está a la moda. Los smartphones han dejado a un lado a las cámaras digitales que tan en auge estuvieron a finales de la década pasada e inicios de ésta, pero hay una función que nuestros teléfonos inteligentes no poseen y que algunas cámaras antiguas sí: la posibilidad de imprimir la fotografía al instante.
Polaroid se convirtió en la marca de cámaras instantáneas por excelencia y ahora, cuando la compañía podía haber sufrido la misma suerte que Kodak, sus cámaras vuelven a triunfar. Además del modelo X70, que se convirtió en todo un icono, la compañía ha lanzado un nuevo dispositivo colorido y más ligero, Snap Touch, para los que quieran disfrutar de las fotos Polaroid en la actualidad.
El mismo estilo Polaroid es el que mantiene Fujifilm en su nueva gama de cámaras Instax, que cuenta con cinco modelos diferentes de dispositivos capaces de imprimir las fotografías al momento. Las hay con un aspecto más antiguo o más moderno, e incluso una para niños.
Para no olvidar el teléfono móvil, pero poder tener las instantáneas en papel, HP ha lanzado la impresora de bolsillo HP Sprocket. El resultado son fotografías pequeñas impresas en papel de calidad y sin tinta, gracias a la tecnología ZINK.
Kodak sigue vivo
Kodak sufrió con un concurso de acreedores la llegada de la fotografía digital y el abandono de las instantáneas en papel. Pero la compañía sigue en activo con productos enfocados al consumo actual y al gusto por lo antiguo.
Por una parte, la estadounidense ha recuperado su cámara de vídeo más popular, la Super 8, con un diseño similar pero con funciones renovadas. Por otro, ha anunciado un teléfono móvil que bien podría considerarse un híbrido entre un smartphone y una cámara de fotos.
Diario Expansión de España
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