(Bloomberg).- Una gran casa vacía por la noche con un tentador despliegue de iPads y laptops.
Por supuesto, apareció un intruso, tal como había planeado la policía. Al detenerlo, alegó que era inocente, por lo menos hasta que se dirigió un haz de luz negra en su dirección y el hombre empezó a brillar como un faro.
Sensores activados por movimiento registraron su ingreso y también le rociaron la ropa y la piel con una solución invisible detectable con UV y resistente al agua. Contenía marcadores exclusivos de ese lugar, lo que permitió a los técnicos forenses de la policía ubicarlo con completa seguridad en la casa (los aparatos electrónicos que había tomado también estaban humedecidos con la misma solución).
No se trataba de un episodio de CSI, sin embargo. El incidente tuvo lugar en la ciudad británica de Nottingham, y fue una de las varias pruebas que realizó la firma de seguridad Smartwater, con sede en el Reino Unido.
“Los delincuentes odian la trazabilidad y todo lo que pueda rastrearse”, explicó en su oficina Phil Cleary, ex policía y uno de los fundadores de la compañía. Su hermano, un científico, desarrolló la tecnología de Smartwater, similar a la tinta en los asaltos a bancos, pero invisible “Hemos intentado eliminar nuestra solución con cloro y con ácido, y es imposible”.
Menos evidente que los microchips, Smartwater puede utilizarse casi en todo, desde en anillos hasta en clubes de golf. La solución de cada cliente contiene su propio código sintético a la manera de ADN, que puede luego demostrar la propiedad de cualquier elemento recuperado. Smartwater almacena hasta 10 ítems registrados en su base central de datos por US$ 5 al mes.
Se puede reforzar el método de protección de la propiedad con un sistema de rocío que se activa por movimiento –tal vez al abrirse un portón o la puerta de un garaje de forma inesperada- y que cuesta unos US$2.000 por instalación.
El principal objetivo de la firma es proporcionar un elemento disuasivo. Es probable que los ladrones eviten las casas en las que sea evidente que hay tecnología de Smartwater y se indique que los objetos del interior de la vivienda son rastreables.
Cleary trabaja en estrecha relación con la policía local en tecnología de detección y proporciona todo lo necesario –como los detectores de luz negra- para probar sus marcadores. Hasta ahora, asegura Cleary, hay 1.5 millones de viviendas británicas equipadas con Smartwater, entre ellas 500,000 en Londres. Agregó que en las zonas en las que su presencia es evidente los robos declinan un promedio de 36 por ciento.