Casi un millón de dólares (US$ 866.000 dólares) le costó a un comprador anónimo el coche submarino que fue empleado en la película ‘La espía que me amó’, de James Bond, en una subasta llevada a cabo en septiembre por RM Auctions.
La identidad de esa persona se mantuvo en secreto hasta que el portal especializado en información sobre automóviles Jalopnik.com reveló que Elon Musk, el adinerado consejero delegado de Tesla Motors y Space X, efectuó la millonaria puja. La semana anterior, un portavoz de Tesla Motors lo confirmó.
En la película, se observa a James Bond (Roger Moore) conduciendo un Lotus Esprit blanco cerca a un muelle. Cuando el coche cae en el agua, se hunde hacia el fondo antes de que le broten unas hélices. Bond conduce el submarino dentro de un recinto libre de agua. Pero el coche, en realidad, no puede transformarse.
“(Eso) me ha decepcionado”, confesó Musk en un comunicado proporcionado por Tesla, de acuerdo a Fortune. “Lo que voy a hacer es actualizarlo con un sistema de propulsión eléctrico Tesla y tratar de hacer que se transforme de verdad.”
Y es que, en verdad, el coche que fue construido para el rodaje de la cinta de 007 se llena de agua cuando se sumerge, por lo que el conductor tiene que llevar un traje de buceo y respirar desde un tanque.
¿Elon Musk convertirá finalmente en realidad el coche submarino que fue alguna vez conducido por James Bond?
