(Bloomberg).- “Flames of War” (Llamas de Guerra), el trailer de 52 segundos del Estado Islámico, comienza con un extremista vestido de negro detonando un tanque de fabricación estadounidense en humo y metralla, un mensaje al estilo de Hollywood a Estados Unidos y sus aliados sobre lo que pueden esperar por intervenir otra vez en el Medio Oriente.
La nación que ha creado a Microsoft, Apple y Google se encuentra ahora recuperando terreno en Facebook, YouTube y Twitter sobre un grupo extremista arraigado en el siglo séptimo Saudita.
El uso de las redes sociales del Estado Islámico ha ampliado su alcance más allá de Siria e Irak a los hogares occidentales y asiáticos, en los que trata de convertir el resentimiento en radicalismo. Contrarrestar esos mensajes se ha convertido en un pilar de la estrategia de Estados Unidos para derrotar al grupo.
El Departamento de Estado ha creado una cuenta de Twitter instando a los extremistas a “Think Again, Turn Away” (“Piénsalo de nuevo, date la vuelta”), que publica descripciones de las comunidades musulmanas devastadas por los extremistas. También controla un canal de YouTube con vídeos que se burlan del Estado Islámico por enseñar a jóvenes musulmanes a “¡hacer volar mezquitas!”.
“Las redes sociales son el arma más eficaz” del Estado Islámico, dijo Rohan Gunaratna, director del Centro Internacional para la Violencia Política e Investigación del Terrorismo en la Nanyang Technological University en Singapur. “Los gobiernos tienen que ponerse al día”, dijo. “Será necesario construir totalmente una nueva capacidad”.
Inicio tardío
A pesar de su ventaja tecnológica, EE.UU. y sus aliados están llegando tarde a esta batalla para ganar los corazones y las mentes. El volumen, la velocidad y la verosimilitud de los medios sociales han puesto a EE.UU. en lucha para contrarrestar y minar la comunicación a fin de obtener información confiable.
A finales de este año, la Unión Internacional de Telecomunicaciones con sede en Ginebra proyecta que el 55% de las 2,300 millones de suscripciones de banda ancha móvil del mundo estarán en los países en desarrollo, donde jóvenes desempleados pueden utilizarlas para acceder a mensajes del Estado Islámico y otros extremistas.
Hasta ahora, 12,000 extranjeros han ido a Siria para luchar, estiman funcionarios, muchos atraídos por los medios de comunicación social. Los funcionarios estadounidenses dicen que dominar el método de comunicación es crucial, ya que la guerra contra los militantes no se puede ganar en el campo de batalla.
“Es hora de un nuevo pacto entre las personas civilizadas de este mundo para erradicar la guerra desde su origen más fundamental, que es la corrupción de las mentes jóvenes por parte de la ideología violenta”, dijo el presidente Barack Obama esta semana en las Naciones Unidas. “Eso significa impugnar el espacio que ocupan los terroristas, incluyendo internet y los medios sociales”.
Si los medios de comunicación social constituyen una de las armas más poderosas del Estado Islámico, también son una vulnerabilidad potencial, proporcionando un canal profundo de información sobre ellos.