(Bloomberg).- Cuando el empleado de oficina coreano Lim Ji Han quiso un televisor fabricado por la empresa nacional Samsung Electronics Co., en lugar de caminar hasta una tienda de departamentos, se lo hizo enviar por Amazon.com Inc. desde la otra mitad del mundo. La espera de dos semanas le permitió ahorrar más de US$ 600.
Lim pertenece a la “jicgoojok” –literalmente, tribu de compradores directos- de Corea del Sur que está desafiando a los comerciantes minoristas locales, quienes durante mucho tiempo se valieron de de su situación protegida para cobrar precios hasta nueve veces superiores a las tiendas del exterior en la Web.
El flete internacional que ofrecen las empresas extranjeras como Amazon, con sede en Seattle, y Gap Inc., está dando a los consumidores coreanos una solución temporal y obligando a los vendedores tradicionales a bajar los precios.
“Se está difundiendo rápidamente el rumor online de que se pueden comprar productos mucho más baratos en el exterior y las personas suben a los blogs sus experiencias particulares de compra, jactándose de lo mucho que economizaron”, dijo Gene Park, analista de comercio minorista en Woori Investments Securities Co. de Seúl.
“Consumidores a los que comprar online les parecía un proceso complicado lo intentan después de darse cuenta de que la diferencia de precio es enorme”.
Durante décadas, los comerciantes minoristas coreanos disfrutaron de acuerdos con los fabricantes que les permiten cobrar un recargo por productos extranjeros y locales sin preocuparse por la competencia.
Las marcas del exterior realizaron acuerdos exclusivos con socios locales para avanzar rápido en Corea, dijo Lee Hay Lim, economista que estudia las tendencias en el consumo en el LG Economic Research Institute de Seúl.
Ahorros de los consumidores
El gobierno nacional puso en marcha una iniciativa para impulsar la competencia desde el exterior a raíz de las denuncias sobre diferencias de precios en productos para el consumidor. También han surgido empresas nuevas, que ofrecen enviar productos desde el exterior con descuento.
Los ahorros ofrecidos por la compra directa muchas veces compensan ampliamente los derechos de importación, las comisiones de envío y los tiempos de espera. “¿Por qué tengo que pagar más por el mismo producto, o muy parecido?” dijo Lim.
Han Ji Won, ama de casa, dijo que le resulta más fácil ignorar las tiendas tradicionales y comprar online. Han, de 34 años, compra en el sitio Web estadounidense de Gap, paga las comisiones de envío y los gastos del seguro y espera sus prendas de vestir un par de semana. Es preferible a pagar los precios en las tiendas locales, dijo.
“Jicgoo me ahorra un 30 por ciento en comparación con las compras en las tiendas Gap de Corea”, dijo Han en una entrevista en Seongnam, en el sur de Seúl, donde vive. “No me importa el plazo de entrega”.
Los datos indican que la tendencia de la compra directa está creciendo en Corea. El gasto con tarjeta de crédito en el exterior creció 15.4 por ciento en 2013, superando un aumento local de 3.2 por ciento, según Banco de Corea.
Las importaciones a través de sitios de comercio electrónico crecieron 47 por ciento hasta alrededor de US$ 1,000 millones en 2013, según el Servicio de Aduana de Corea.
Por el sistema tradicional, los productos de Gap, con sede en San Francisco, son enviados exclusivamente a una filial de Shinsegae Co., el segundo grupo más grande de tiendas de departamentos del país.