Y la próxima vez que Martin, de 27 años, visite a su madre en Fargo, Dakota del Norte, tendrá otro problema para resolver: su reproductor de contenido digital Roku y el televisor parecen estar congelados en una pantalla previa.
“Él es muy útil”, explica LaVake, de 57 años. “Pero a veces se pone un poco sarcástico conmigo. Respira profundo y dice: ¡Oh, madre!”.
La relación de ayuda tecnológica entre padres e hijos está dando lugar a llamadas telefónicas desesperadas (y exasperadas) y a tensas visitas. Muchos padres se sienten inútiles y temerosos, y no saben a quién más recurrir cuando el temido mensaje de error aparece en la pantalla. Los hijos quieren ayudar, pero se frustran con rapidez ante la falta de comprensión tecnológica de sus padres. “Pierdo la paciencia muy fácilmente con mis padres”, dice Martin, un ingeniero de datos en Sioux Falls, Dakota del Sur.
A diferencia de las generaciones anteriores, que a menudo se resistían a las nuevas tecnologías, los mayores de 50 años las han adoptado con entusiasmo. Más de tres cuartas partes de los estadounidenses de entre 60 y 69 años usa Internet. Casi la mitad tiene un teléfono inteligente y cuatro de cada 10 tienen una tableta, según el Pew Research Center.
Los nuevos dispositivos traen nuevos problemas. La seguridad es también una preocupación. Usar una contraseña débil o abrir el correo electrónico incorrecto puede conducir a un virus o a algo mucho peor, como el robo de identidad o de la información de un disco duro.
“En lugar de ser una carga en el cuidado físico, somos una carga en el cuidado tecnológico”, afirma Vickie Makela, de 63 años. Su hija, Ginger Riker, que trabajó para Twitter y Google, se siente responsable de su madre: “En conciencia, no puedo dejar que deambulen por Internet de una manera tan insegura”.
La cuestión es: ¿Dónde pedir ayuda para no ser una carga tecnológica? Algunas compañías de soporte técnico están tratando de imitar esta dinámica que se establece entre padres e hijos. HelloTech, que nació hace un año en el sur de California y se expandirá a varias ciudades de EEUU este año, se centró inicialmente en reclutar jóvenes universitarios recién graduados, explica Steve Hartmann, vicepresidente de márketing. Así espera evocar en sus clientes “la idea de que los hijos y nietos son el soporte técnico”. Su personal de reparación a domicilio está capacitado para hablar sobre lo que podría haber causado el problema y cuál es la solución, en lugar de limitarse a resolverlo, asegura Hartmann.
¿Qué quieres hacer?
Derek Meister, miembro del equipo de apoyo en línea para la cadena estadounidense de tiendas de electrónicos Best Buy, sugiere que lo mejor es no comenzar con el problema, sino con lo que el usuario estaba intentando hacer. ¿Estaba mamá tratando de adjuntar una foto en un correo electrónico? ¿Estaba papá tratando de ver en streaming un partido de baloncesto? Comprender cuál era el objetivo puede ayudar a diagnosticar lo que salió mal en el camino.
El miedo es el mayor obstáculo. El técnico Derek Meister también recomienda desechar términos técnicos y hablar de lo que se necesita hacer. Al sugerir un nuevo dispositivo, hay que buscar la opción más sencilla. Si un padre quiere el portátil sólo para enviar y recibir correos electrónicos y para usar las redes sociales, tal vez una tableta sea suficiente para él.
Diario Expansión de España
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