Por Philippe Vallée, Chief Executive Officer at Gemalto

Si digo que la biometría tiene un futuro brillante, usted podría pensar que no estoy siendo muy objetivo, ya que Gemalto adquirió recientemente el negocio de gestión biométrica de Cogent.

Sin embargo, si luego le digo que en 2016 se vendieron 689 millones de sensores de huellas dactilares para teléfonos inteligentes, y que hay 1,000 millones de pasaportes electrónicos en circulación en todo el mundo, entonces probablemente entenderá mi punto de vista.

Actualmente estamos en un momento emocionante en cuanto a la aceptación de la biometría moderna, según la cual el uso de atributos físicos es parte de una combinación de autenticación de múltiples factores; algo que mencioné en una publicación anterior sobre el papel del aprendizaje automático y la biometría en la banca.

BIOMETRÍA YA SE HA USADO
La identificación biométrica no es nueva: el uso de las características físicas o del comportamiento para reconocer, autenticar e identificar a las personas ha estado ocurriendo durante miles de años.

En el siglo II a. C., el emperador chino Ts’in Shi ya autenticaba ciertos sellos con una huella dactilar; y, en el siglo XIX, el oficial de policía francés Bertillon había dado los primeros pasos hacia la identificación de los criminales por sus características anatómicas.

No pasó mucho tiempo antes de que el Metropolitan, el Departamento de Policía de Nueva York y la policía francesa comenzaran oficialmente a usar las huellas dactilares como un método de identificación.

Con el advenimiento de la tecnología moderna, las cosas se han transformado significativamente. La digitalización permite que los datos biométricos se recopilen, almacenen y utilicen mucho más rápidamente en una escala mucho más grande y, a menudo, global.

BIOMETRÍA RECIENTE
Las cosas han cambiado un poco desde el uso de la tinta sobre las huellas dactilares como una forma de identificación para las agencias de aplicación de la ley.

Cualquiera que haya solicitado recientemente un pasaporte electrónico o una tarjeta de identidad electrónica estará acostumbrado a proporcionar información biométrica, como las huellas dactilares o las fotografías que se utilizan para el reconocimiento facial.

La captura de los datos de los ciudadanos es solo una parte del proceso, ya que luego deben almacenarse de forma segura (en este caso, dentro de un documento de identidad inviolable) y utilizarse para verificar una identidad.

Originalmente, los pasaportes biométricos se diseñaron para reforzar la seguridad nacional, pero, con los 1,000 millones ahora en circulación, también se pueden acelerar significativamente los cruces fronterizos.

Esta eficiencia mejorada va a ser cada vez más importante para los aeropuertos del mundo, ya que la cantidad de pasajeros aéreos se va a duplicar a 7,200 millones para el año 2035.

También se está utilizando tecnología similar en las tarjetas de identidad nacionales y las licencias de conducir, así como en el sector privado. Esté atento a los nuevos servicios, por ejemplo, los pasajeros van a poder usar las huellas dactilares en lugar de una tarjeta de embarque, aprovechando la identificación biométrica.

BIOMETRÍA Y CONVENIENCIA
Durante muchos años se consideró que la biometría era exclusiva de los gobiernos. Sin embargo, recientemente, ha tenido mucha cobertura en la prensa para cosas como el reconocimiento de voz para acceder a aplicaciones bancarias o a sistemas de pago mediante una selfie para compras en línea.

Para algunos, estas tecnologías pueden parecer un recurso atractivo “agradable de tener”, pero con las estadísticas que muestran que los consumidores valoran la conveniencia y la movilidad más que nunca, y que la aceptación de la seguridad biométrica está aumentando (de acuerdo con nuestro informe Connected Living 2025), aquí es donde realmente se encuentra la oportunidad de diferenciarse frente a la competencia.

La rápida adopción del escaneo de las huellas dactilares en los teléfonos inteligentes destaca la aceptación de los consumidores, y parece que va a seguir creciendo después del lanzamiento de Face ID de Apple.

Vemos un gran potencial para el uso de la biometría en una amplia gama de mercados comerciales, incluida la verificación de identidad, las tarjetas bancarias biométricas y la autenticación para el comercio electrónico.

La autenticación debe adaptarse a la persona que utiliza el servicio y va a requerir una variedad de métodos, tanto biométricos como de otro tipo. Es por eso que nos estamos desarrollando en esas áreas para construir soluciones a medida.

La privacidad de los datos y las nuevas directivas
Cualquiera sea la función que esté empleando en una sociedad impulsada por los datos, como he mencionado anteriormente, la clave para entrelazar con éxito estas tecnologías en la experiencia de su cliente incluye:

i) asegurar una experiencia del cliente sin fisuras y conveniente,
ii) identificar y autenticar de manera segura a las personas y las cosas que acceden a sus servicios, instalaciones o naciones,
iii) proteger sus datos, y los de sus clientes, lo cual se hace, cada vez más, a través del cifrado.

La revisión de la Directiva de Servicios de Pago (PSD2) y las reglamentaciones europeas GDPR que entran en vigencia el próximo año lo hacen aún más urgente. Exigen un alto nivel de protección del consumidor, seguridad, estándares técnicos comunes e interoperabilidad en los pagos, y que las organizaciones que manejan datos genéticos y biométricos lo hagan de manera responsable.

Estas directivas destacan la importancia cada vez mayor de la privacidad de los datos, que no harán más que crecer debido al uso creciente de la identificación biométrica. Cualquier proveedor de servicios que maneje este tipo de datos debe: garantizar que estén protegidos, que solo puedan acceder personas o aplicaciones autorizadas, y que solo se utilicen para los fines para los que el usuario final haya dado su consentimiento explícitamente.

CONSIDERACIONES CLAVE
A tener en cuenta que los datos biométricos se están almacenando de forma segura en un dispositivo, o si se almacenan en una base de datos central dentro del servidor de la organización o en la nube. Esto último implica que los datos son más vulnerables, por lo que deben cifrarse.

Esto es particularmente cierto durante la transmisión al dispositivo durante una transacción. La directiva GDPR está presionando para que las credenciales biométricas se dispersen en dispositivos de propiedad individual para todas las aplicaciones comerciales, para aliviar a las entidades privadas de la carga de gestionar credenciales tan sensibles y para fomentar la confianza en el ecosistema.

El método empleado para capturar y almacenar datos biométricos de un individuo también es de suma importancia. Por ejemplo, los datos de referencia de las huellas dactilares para una tarjeta bancaria biométrica deben inscribirse en una sucursal bancaria utilizando un dispositivo seguro con la ayuda de un cajero capacitado.

Y, por supuesto, también se debe tener en cuenta la facilidad con que una organización puede iniciar un proyecto biométrico y evaluar cómo integrarlo dentro de su experiencia de usuario existente, sin afectar el diseño y la marca existentes.

Las investigaciones demuestran que, dentro de la próxima década, la próxima generación de consumidores globales espera poder desbloquear el teléfono con un escáner de retina (43%) o su ADN (33%), y que las llaves de los automóviles se vuelvan obsoletas a favor del reconocimiento de ADN basado en el tacto (59%).

Quizás usted no esté de acuerdo con los jóvenes que respondieron la encuesta, pero ahora es definitivamente el momento para que las organizaciones comiencen a desarrollar una estrategia biométrica sólida y segura. Aquellos que se tomen el tiempo para diferenciarse y volverse a prueba del futuro ahora, verán los beneficios para el 2025.