Diana Mujica Maguiña
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Pieza a pieza. Una impresora 3D valorizada en US$ 8,000 que imprime sus componentes en base a capas de plástico, ha logrado construir un arma con capacidad para disparar una bala.
Esto luego de unir las 16 piezas de plástico ABS, el material más común de las impresoras tridimensionales, y juntarlas en un arma que permite disparar balas de diferentes calibres. Y la pieza ya tiene un nombre: Liberator.
Ideología
El grupo Defense Distributed, liderado por Cody Wilson, es el promotor de la polémica iniciativa que promueve el derecho de todos a poseer un arma.
El estudiante texano va más allá y asegura que en los próximos días colocará los planos en Internet de forma gratuita.
Defense Distributed pasó el último año intentando crear el arma, que fue probada el sábado en un campo de tiro al sur de Austin, Texas. Es más, en muchas webs especializadas hay un video de Wilson disparando la pieza de color blanco.
La “hazaña” de Wilson llega cuando el Ejecutivo estadounidense promueve las restricciones en la tenencia de armas, luego del tiroteo en la escuela primara Sandy Hook (en Newtown, Connecticut), que dejó 26 muertos en diciembre.
Y eso es lo que ha hecho que Defense Distributed haya encontrado numerosos obstáculos por el camino. Stratasys les confiscó su impresora cuando descubrieron que Wilson quería crear armas de fuego con ella, así que consiguieron una licencia de fabricación que les ha permitido continuar el desarrollo de la Liberator.
Del mismo modo, Wilson ha incluido en su construcción un bloque de acero que permite que el arma sea detectada por los arcos de seguridad, pero nada impide que alguien con malas intenciones modifique el diseño original.
Wilson no parece estar particularmente preocupado por el qué dirán: “Reconozco que esta herramienta puede ser utilizada para hacer daño a personas. Es lo que es: un arma. Pero no creo que haya una razón para no ofrecerla”.
Con los planos y los US$ 8 mil para una impresora 3D, en teoría, usted podría fabricarse un arma.
LAS CLAVES
Fácil acceso. La única pieza que no ha sido creada en plástico ABS es la aguja percutora, pero según expertos se puede reemplazar por un clavo adecuado.
Desgaste. Una sola arma puede efectuar múltiples disparos, aunque el desgaste es inevitable y la presión de un cartucho relativamente potente podría destruir el arma.
Tiempo. Ocho meses le tomo a Wilson llevar a cabo su proyecto.
