El MiniMed 670G es una bomba de insulina que se conecta con un sensor subcutáneo que mide el nivel de azúcar en la sangre. Este sistema es inalámbrico y es capaz de controlar la dosis necesaria automáticamente.
Ahora los enfermos de diabetes tipo 1, que dependen de inyecciones de insulina para tenerla controlada, no tiene de qué preocuparse con el MiniMed 670G.
Sin embargo, según aseguró El País, sigue siendo necesario que se estime la cantidad de hidratos de carbono que se va a ingerir con las comidas e indicárselo al dispositivo.
El que la bomba pueda funcionar en automático es gracias al algoritmo que controla su funcionamiento, el cual va aprendiendo cosas acerca del usuario con el tiempo. Ello le permite saber si tiene tanto azúcar de más, hay que inyectar determinada cantidad de insulina.
Los pacientes norteamericanos que participaron de este tratamiento han conseguido bajar su nivel de A1C (hemoglobina glucosilada), un indicador a largo plazo del nivel de azúcar en sangre, y también redujeron en un 44% y en un 11% el tiempo que pasan con niveles bajos y altos de azúcar respectivamente.
La bomba es sumergible y puede llevarse siempre puesta. Pero hay que cambiar el sensor cada semana y calibrarlo periódicamente. El tubo mediante el que la bomba inyecta la insulina puede quedarse puesto entre dos y tres años.
Aún queda un reto importante: desarrollar un páncreas artificial que se pueda implantar en los pacientes, pro antes habría que resolver problemas como el de cómo cargar su batería y las dosis de insulina.
El MiniMed 670G se probó en pacientes mayores de 14 años, aunque existe la posibilidad de incluir a niños de 6 años de edad en adelante.