(Bloomberg) Desde que Apple lanzó su primer iPhone en 2007, las dimensiones de los teléfonos móviles han aumentado. El máximo responsable ejecutivo, Tim Cook, romperá el lunes con esa tendencia cuando presente un iPhone más pequeño en un intento de conseguir que quienes se han mantenido al margen compren un nuevo teléfono inteligente.

Las ambiciones en relación con el nuevo teléfono podrían estar a tono con sus dimensiones mínimas. A diferencia de anteriores nuevas versiones del aparato, el iPhone de 10 centímetros (4 pulgadas) no estará lleno de innovaciones tecnológicas pensadas para que los entusiastas de Apple hagan fila en la calle para comprarlo el día del lanzamiento. Apunta a quienes siguen utilizando el 5S o el 5C, modelos que tienen más de dos años y son los últimos con pantalla más compacta.

“Reemplazará al 5S”, dijo Chris Caso, un analista de Susquehanna International Group, que tiene sede en Nueva York y recomienda las acciones de Apple. “El 5S ya está algo viejo y su sistema operativo no funcionará tan bien durante mucho tiempo más”.

La compañía lanzará el nuevo teléfono dos meses después de decir que era probable que las ventas trimestrales declinaran por primera vez en más de 10 años, lo que subraya el temor a que el crecimiento del iPhone haya llegado a su límite. Si bien analistas desde UBS Group AG hasta RBC Capital Markets pronostican que las entregas del iPhone SE –el nombre que se estima tendrá el nuevo modelo- serán de alrededor de 15 millones anuales, su menor tamaño y el precio más bajo podrían alentar a clientes a cambiar de aparato en un momento del año en que las ventas suelen desacelerarse. Apple vendió más de 231 millones de iPhones en 2015 y las ventas declinaron entre abril y septiembre, como ha pasado en años anteriores.

Fin de subsidios
La compañía lanza el nuevo iPhone más pequeño en momentos en que los clientes conservan sus teléfonos durante más tiempo. Compañías de telefonía inalámbrica como AT&T y Verizon Wireless ya no subsidian las nuevas compras de iPhones, lo que lleva a los clientes a preguntarse si las mejoras justifican el gasto en nuevos modelos. La desaceleración del ciclo de recambio es algo que Apple ya ha experimentado con el iPad, cuyas ventas han declinado durante varios trimestres.

Si bien el evento se concentra en los nuevos productos, los seguidores de Apple podrían prestar más atención a todo lo que Cook diga sobre el enfrentamiento legal de la compañía con el gobierno estadounidense respecto de la disposición de que ayude al FBI a liberar el iPhone de un terrorista. Luego de más de un mes de discusión –en presentaciones judiciales, audiencias legislativas y en la televisión nacional-, las dos partes presentarán el martes sus posiciones ante un juez en Riverside, California. Cook podría usar el lunes su aparición en la sede de la compañía en Cupertino, California, para reiterar el argumento de Apple de que crear software para degradar la seguridad del teléfono inevitablemente pondría en peligro la privacidad de centenares de millones de usuarios.