Bloomberg.- El mandatario ruso Vladimir Putin optó por no tomar represalias por la expulsión de los Estados Unidos de 35 diplomáticos de su país, decisión que tomó el presidente saliente Barack Obama en relación con ciberataques con presunto respaldo del Kremlin, los cuales habrían apuntado a intervenir en la campaña electoral de 2016.
“No expulsaremos a nadie”, dijo Putin en una declaración desde el Kremlin luego de que su ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, solicitara el viernes la aprobación de una expulsión similar de diplomáticos estadounidenses durante una reunión televisada.
El gobierno ruso acusó al gobierno saliente de los Estados Unidos de dedicar sus últimas semanas en el poder a tratar de sabotear la promesa del presidente electo Donald Trump de buscar una mejor relación con el Kremlin.
Trump ha dicho que quiere cooperar con Putin en la lucha contra el terrorismo y que podría revisar las sanciones que impuso Obama por la participación de Rusia en un conflicto en Ucrania.
Lavrov propuso la expulsión de 31 diplomáticos estadounidenses en Moscú y cuatro en San Petersburgo a los efectos de igualar la medida de Obama, que un día antes dispuso que abandonaran el país 31 funcionarios de la embajada de Rusia en Washington y cuatro funcionarios consulares en San Francisco.
Grizzly Steppe
Obama describió a los 35 rusos expulsados de los Estados Unidos como agentes de inteligencia que trabajaban bajo una pantalla diplomática. Los Estados Unidos también impusieron sanciones a altos funcionarios de inteligencia y anunciaron el cierre de dos centros rusos –uno en Maryland y otro en Nueva York- usados “con fines relacionados con la inteligencia”.
Rusia ha negado toda responsabilidad del hackeo en los Estados Unidos.
En el marco de la respuesta gubernamental estadounidense, el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional también dieron a conocer un informe con pruebas técnicas destinado a demostrar que los servicios de inteligencia civiles y militares de Rusia fueron responsables del hackeo, así como a revelar parte de su infraestructura de hackeo. El informe da a la operación rusa el nombre de “Grizzly Steppe”.
“Los actos de Rusia deben alarmar a todos los estadounidenses”, dijo Obama el jueves en una declaración. “El robo de información y su difusión sólo pueden haber obedecido a los más altos niveles del gobierno ruso”.
Las medidas de Obama limitan a Trump a menos de un mes de su asunción. Revertirlas supondría negar los hallazgos de las agencias de inteligencia de los Estados Unidos y lo enfrentaría con los líderes republicanos del Congreso, que calificaron las sanciones de medidas necesarias.
Trump dio indicios de un posible cambio respecto de su anterior negación de la participación rusa en el hackeo y dijo en una breve declaración que “es hora de que nuestro país se dedique a cosas mejores y más importantes”, si bien se reunirá con funcionarios de inteligencia la semana próxima.
