Washington, (AFP).- Barack Obama advirtió a los votantes que el destino de Estados Unidos está en sus manos, al alentar el voto por Hillary Clinton, que libra una virulenta carrera por la Casa Blanca contra Donald Trump.
“Cuando dije que el destino de la República está en vuestras manos, no estaba bromeando”, agregó. “¡Rechacen el miedo! ¡Elijan la esperanza! ¡Voten!”, arengó Obama un mitin en Chapel Hill, Carolina del Norte.
“Ustedes pueden elegir a la primera mujer presidenta (…), tienen la oportunidad de hacer historia”, agregó.
Debilitada nuevamente por el caso de sus mensajes electrónicos, la candidata demócrata retomó la ofensiva y acusó a su rival republicano de haber “pasado su vida denigrando, degradando, insultando y agrediendo a las mujeres”.
“Ha demostrado que no tiene el temperamento ni la calificación para ser presidente”, lanzó quien, a los 69 años, podría convertirse en la primera mujer en ser presidente de Estados Unidos tras las elecciones del martes próximo.
Donald Trump, de 70 años, no se quedó atrás y sacó toda su artillería pesada.
Clinton, dijo, amenaza con provocar una “tercera guerra mundial” si gana la elección.
La acusó de haber dejado ingresar a Estados Unidos “a los más peligrosos y violentos clandestinos” cuando estaba a la cabeza de la diplomacia norteamericana.
“No tiene sentido común, no tiene intuición”, arremetió en un mitin en el estado clave de Florida.
Los asesores del republicano acusaron a Clinton de haber “puesto constantemente sus intereses (…) por encima de los de los estadounidenses”.
Esta retórica terminó por sacar a Clinton de las casillas.
El martes, durante un mitin en Florida, un manifestante exhibió una pancarta en la que acusaba a su marido, Bill Clinton, de ser un violador. La ex primera dama no pudo contener su ira.
“Ya tengo suficiente de estos comportamientos negativos, oscuros, divisivos y peligrosos de gente que apoya a Donald Trump”, aseguró, augurando una difícil reconciliación entre los dos Estados Unidos que se enfrentan en esta elección.
Turbio papel del FBI
Este clima deletéreo sin precedentes en una campaña electoral se crispó aun más por el turbio papel jugado por el FBI y la catarata de revelaciones de prensa y del sitio Wikileaks, que no cesan de sacudir la campaña.
El director del FBI, James Comey, de filiación republicana y en la picota por haber decidido reanudar la investigación sobre el uso por Clinton de un servidor privado cuando era secretaria de Estado (2009 – 2013), es acusado ahora por los demócratas de silenciar las “conexiones” de Donald Trump con Rusia.
Yahoo News exhumó este miércoles un video de 1988 que parece poner en evidencia cierta cercanía entre Donald Trump y una conocida figura de la mafia, Robert LiButti.
En un registro menos escandaloso, The New York Times reveló el martes que el magnate inmobiliario había usado durante años en la década de 1990 métodos cercanos a la ilegalidad para reducir el pago de impuestos en “varias decenas de millones de dólares”.
Por su parte, el presidente Barack Obama atacó sutilmente este miércoles la reanudación de la pesquisa sobre los emails, al afirmar que las investigaciones no deberían basarse “en insinuaciones, informaciones incompletas o fugas” periodísticas.
Recordó asimismo que la primera investigación del FBI había concluido que Hillary Clinton había cometido “errores”, pero que “nada merecía ser objeto de demandas judiciales”.
Estrecho margen
Hillary Clinton, que este miércoles se desplaza a Nevada y Arizona, estados tradicionalmente republicanos del suroeste, atacará nuevamente al empresario por sus tácticas para eludir el pago de impuestos e intentará convencer a los votantes hispanos, que serán cruciales en los comicios del 8 de noviembre.
La candidata contará nuevamente con el apoyo de Obama, quien el miércoles está en Raleigh (Carolina del Norte) para respaldar a su exsecretaria de Estado.
En vísperas de los comicios del martes, el presidente también hará campaña por Clinton en el estado de New Hampshire (noreste).
Para vencer el 8 de noviembre, cualquiera de los dos candidatos a la Casa Blanca deberá obtener al menos 270 grandes electores distribuidos entre los 50 estados de la Unión.
Los sondeos de intención de voto le siguen dando ventaja a la demócrata, pero el promedio establecido por el sitio Real Clear Politics otorga a Clinton apenas 2.2% más que a su adversario (45.3% contra 43.1%) a nivel nacional.
Un nuevo sondeo realizado por ABC News publicado el miércoles otorga a ambos el mismo porcentaje: 46%.
La diferencia también se redujo en varios estados clave, entre ellos Carolina del Norte, y Trump va al frente en Ohio y Arizona, según el promedio de los últimos sondeos.
La incertidumbre sobre el resultado electoral hizo caer este miércoles a las principales plazas financieras mundiales, que temen la llegada del imprevisible Trump a la Casa Blanca.