Reuters.- Pedro Pablo Kuczynski tendrá que hacer “malabares” si quiere sumar votos de la izquierda en el balotaje para la presidencia de Perú, dijo la derrotada excandidata Verónika Mendoza, quien no adelantó si respaldará al candidato preferido por el mercado financiero para impedir una victoria del “fujimorismo”.
Mendoza, la ex candidata de izquierda que quedó tercera en la elección del domingo con un 19 por ciento de los votos, sopesa un posible apoyo a Kuczynski para impedir la victoria de Keiko Fujimori, a quien considera “el mal mayor” en el balotaje.
Fujimori, de 40 años, es la hija del encarcelado ex presidente Alberto Fujimori y encara una dura oposición de un sector de la población que teme la vuelta del autoritarismo que caracterizó al gobierno de su padre entre 1990 y 2000.
Keiko obtuvo casi el 40 por ciento de los votos de la primera ronda, frente a un 21 por ciento de Kuczynski. Ambos definirán la presidencia en un duelo de aspirantes que pregonan el mismo modelo económico de libre mercado y proempresarial que la izquierda quiere cambiar.
“Creo que tendría que hacer algunos malabares y giros el señor Kuczynski para poder representar al antifujimorismo”, dijo Mendoza en una entrevista con Reuters en la noche del miércoles.
“Aún cuando creo que parte de este voto sí es efectivamente antifujimorista, lo veo muy difícilmente trasladándose detrás de la figura de Kuczynski”, anotó.
“Hasta ahora Kuczynski no ha hecho nada para diferenciarse de la señora Fujimori”, agregó la legisladora.
Kuczynski, un ex funcionario del Banco Mundial de 77 años, espera sumar votantes que rechazan a Fujimori, pero una parte de la población ve que ambos comparten la orientación política y económica.
Mendoza afirmó que Kuczynski tiene una cruz en su espalda tras respaldar a Fujimori en la segunda ronda electoral del 2011 y por anunciar que apoyaría una ley que permitiría al ex presidente cumplir con la condena su casa por su avanzada edad.
Alberto Fujimori cumple desde el 2007 una condena de 25 años por violaciones de los derechos humanos y corrupción.
“Si el fujimorismo llegaría ser gobierno realmente creo que sería lo más nefasto para el Perú”, dijo Mendoza.
“Hay razones suficientes como para inclinar la balanza hacia un voto en contra del retorno del fujimontesinismo (el alusión a Fujimori y a su ex jefe de espías Vladimiro Montesinos) sin que eso signifique un cheque en blanco o una posición a favor del señor Kuczynski”, afirmó.
Al ser consultada sobre si aceptaría reunirse con Kuczynski en los próximos días, Mendoza respondió que sí, aunque precisó que “dialogar no es pactar”. “No vamos a ser ingenuos”, acotó.
En cambio, una reunión con Fujimori “es un poco más difícil”, remarcó.
Mendoza, de 35 años, trepó en las semanas finales de la campaña ante el descontento con el modelo de peruanos que viven en la pobreza pese a la gran riqueza minera del país.
Los mercados financieros peruanos repuntaron el lunes después de los resultados electorales mostraron que Mendoza quedó fuera de la carrera y que la presidencia se definirá entre dos candidatos amigos del libre mercado.