Al igual que otro candidato presidencial, Verónika Mendoza de Frente Amplio, tiene como objetivo lograr un crecimiento económico promedio de 6% anual.
Para ello, se basará en un nuevo modelo de desarrollo equitativo y sostenible. “La pérdida de 1 punto de crecimiento del PBI implica pérdida de 100,000 empleos, por lo que es fundamental iniciar un proceso de reactivación dinamizando la demanda interna e incrementando de manera significativa la inversión pública en infraestructura descentralizada, y evitando presiones inflacionarias”, señala su plan de gobierno.
Ante este escenario, propone iniciar una profunda transformación de la economía hacia una mayor diversificación de su matriz productiva, hacia actividades económicas de mayor impacto en la creación de empleo y en
la generación de amplios procesos de innovación tecnológica y productiva así como ambientalmente sostenibles.
Es por esto, que dentro de los planes de Mendoza para la ‘redistribución del crecimiento económico que actualmente se concentra en grupos pequeños’, está el aumentar la presión tributaria para financiar inversión, educación, ciencia y tecnología, y políticas sociales. La meta es que al 2021 el aumento progresivo de la presión tributaria sea de 5% del PBI.
Propone además, revertir las rebajas del IR a la 3era categoría. Así como recuperar la recaudación del IGV mediante el uso adecuado de los regímenes de percepciones detracciones y retenciones.
Para activar el consumo interno, si bien propone incrementar el sueldo mínimo a S/1,000, el objetivo de la líder de izquierda es eliminar la brecha salarial o haber menguado la misma reduciéndola a un mínimo de 10%, con una disminución sostenida de 5% anual al llegar el bicentenario.