(Reuters).- En las calles de Venezuela, jóvenes encapuchados se enfrentaron a la policía y quemaron efigies del presidente Nicolás Maduro durante el domingo santo.
Aunque millones de venezolanos viajaron a las playas del Caribe durante Semana Santa, los participantes de la marcha exigieron la “resurrección” de la democracia durante un agitado Domingo de Pascua.
Después de realizar una caminata descalza y una marcha de “Vía Crucis” similar a la procesión de un torturado Jesús rumbo a la crucifixión, cientos de manifestantes iniciaron el domingo una protesta denominada “Resurrección de la Democracia”.
“Nos mantendremos firmes en la calle hasta que recuperemos nuestro país, hasta que recuperemos nuestra democracia (…) Es el momento de seguir firme”, dijo el líder estudiantil Djamil Jassir, de 22 años. Los estudiantes buscan mantener vigente el impulso de una protesta de casi tres meses.
Posteriormente, varios cientos de manifestantes encapuchados, muchos usando máscaras de Anonymous, levantaron barricadas en el distrito de Chacao, al este de Caracas, que se ha convertido en escenario de enfrentamientos casi diarios desde mediados de febrero.
Gritando “¡Libertad!”, los jóvenes lanzaron cócteles Mólotov, piedras con resorteras, rompieron carteles publicitarios y colocaron alambres a través de las calles bloqueadas con escombros.
La policía respondió con gas lacrimógeno y cañones lanzagua, mientras los residentes golpeaban ollas y sartenes desde las ventanas como una forma de protesta. Algunos vecinos arrojaron botellas de agua y bolsas de hielo hacia los estudiantes desde los balcones.
En diferentes partes de Venezuela, partidarios de la oposición quemaron muñecos de Maduro, del segundo al mando del Gobierno, Diosdado Cabello, y de otros funcionarios de alto rango.
A pesar de la violencia y las protestas de las últimas semanas, la posición de Maduro no parece amenazada, ya que la cantidad de manifestantes ha disminuido y las Fuerzas Armadas siguen respaldándolo con firmeza.