El Gobierno de Uruguay publicó hoy el reglamento para regular el uso de marihuana con fines medicinales y científicos, un paso adicional al proceso de legalización de la producción y venta como estrategia para ayudar a combatir el narcotráfico.
El decreto define las normas para la producción, comercio e importación de semillas y establece que los medicamentos o productos medicinales en base a cannabis psicoactivo o no psicoactivo serán vendidos en las farmacias bajo prescripción.
Para el Gobierno uruguayo, esta reglamentación es la finalización de un proceso iniciado en junio de 2012 que busca combatir el tráfico ilegal de drogas, dijo a Reuters el secretario general de la Junta Nacional de Drogas (JND), Julio Calzada.
A partir de ahora, el Ministerio de Salud Pública (MSP) deberá definir si autoriza una serie de proyectos de empresas interesadas en el área y que ya tiene a consideración.
“Una vez que el MSP los apruebe, deberá comunicarlo al Instituto de Control del Cannabis (IRCCA) que a su vez analizará los aspectos de control tras lo cual dependerá de las empresas cuando comienza el proceso”, dijo Calzada.
Las empresas o grupos de investigación deberán proponer las condiciones para los plantíos, incluso las zonas donde se establecerán, lo cual también debe ser aprobado por el IRCCA.
“Es una reglamentación restrictiva en términos generales pero que va a darle la garantía al productor de que podrá realizar una producción controlada, pero también a los ciudadanos de que no se realizarán desvíos hacia el mercado negro”, explicó el funcionario.
La venta se hará en las farmacias, con la debida prescripción médica y a personas mayores de 18 años, quienes quedarán automáticamente inscriptos en un registro oficial que tendrá carácter reservado, explica la reglamentación.
El requerimiento de la receta médica fue considerado positivo por expertos científicos.
“El uso médico supone una prescripción, que haya un protocolo de tratamiento que defina la dosificación de ese medicamento y un seguimiento”, dijo a Reuters la médica especialista en uso problemático de drogas Raquel Peyraube.
Igualmente consideró importante la no inclusión de las enfermedades que pueden ser tratadas. “Si la reglamentación lo estableciera sería muy engorroso incorporar nuevas especialidades en la medida que avance la investigación sobre los usos médicos del cannabis”, explicó la especialista, que asesora a la JND.
La norma también establece las condiciones en que podrán ser desarrollados proyectos de investigación científica. En estos casos, la marihuana podrá ser producida por los investigadores o adquirida por estos a los productores autorizados por el IRCCA.
El país sudamericano aprobó en diciembre de 2013 una ley que regula la producción, distribución y venta de marihuana en diversas modalidades como estrategia para combatir al narcotráfico.
En Uruguay hay unos 150,000 consumidores habituales de marihuana y desde mediados del año pasado está habilitado el autocultivo, los clubes de membresía y la utilización de cáñamo para fines industriales.