AFP.- La líder conservadora británica Theresa May y el laborista Jeremy Corbyn ofrecieron sus últimos mítines de una campaña electoral marcada por dos atentados y no por el Brexit, como se presumía.
En lo que se refiere al atentado del sábado en Londres, este miércoles se supo que los muertos fueron finalmente ocho y que uno de ellos era el español de 39 años Ignacio Echeverría, que plantó cara a los atacantes con su monopatín.
En una nueva muestra de la tensión que ha rodeado el tramo final de la campaña electoral, la policía efectuó este miércoles una explosión controlada cerca de la futura embajada estadounidense, un local actualmente vacío, en cuyas proximidades habían aparcados dos coches que parecían sospechosos.
Además, la policía detuvo el miércoles a un hombre de 30 años en Ilford, un barrio del este de Londres, no lejos de Barking, donde vivían dos de los autores del atentado reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico y donde otro sospechoso de 27 años había sido detenido la víspera.
La noche del miércoles, otras tres personas fueron detenidas en Ilford. Un hombre de 27 años por cargos de terrorismo y uno de 33 por narcotráfico. El otro sospechoso, de 29 años, fue detenido en una vivienda del mismo barrio acusado de “preparar actos de terrorismo”, indicó la policía.
En total, de 17 personas detenidas en el marco de la investigación tras los ataques, 12 fueron puestas en libertad por falta de pruebas.
Mano dura
Para el jueves se han previsto medidas de seguridad reforzadas de cara a los comicios, anunciaron las autoridades.
May, que fue ministra de Interior (2010-2016) antes que primera ministra y se encuentra bajo una lluvia de críticas por los recortes presupuestarios en los servicios de seguridad y las negligencias de estos, ha asegurado que fortalecerá la lucha antiterrorista y que nada la detendrá, ni siquiera los derechos humanos.
Tras enumerar sus propuestas -endurecer penas de prisión, restringir los movimientos de sospechosos, deportarlos si son extranjeros-, sentenció: “y si las leyes de derechos humanos nos lo impiden, cambiaremos esas leyes”.
El Reino Unido ha sufrido tres atentados en menos de tres meses, dos en campaña, con un total de 35 muertos: el 22 de marzo, cerca del Parlamento británico (5 muertos); el 22 de mayo, al término de un concierto de Ariana Grande en Mánchester (22 muertos) y el sábado por la noche en Londres (8 muertos).
Español heroico
“El número de personas muertas en el atentado es ahora de ocho”, afirmó la policía en un comunicado, tras el descubrimiento en el río del cadáver de un francés, Xavier Thomas.
La confirmación de que Echeverría era uno de los fallecidos, completó las identidades de todas las víctimas fatales.
Se trata de tres franceses, dos australianas, una canadiense, un británico y el español.
Jurista y especialista en lucha antiblanqueo en el banco HSBC en Londres, Echeverría se enfrentó a los agresores con su monopatín (skate), según los amigos que lo acompañaban, lo que le valió ser apodado “el héroe del skateboard” por la BBC.
El español estaba paseando tranquilamente con unos amigos cuando ocurrió el ataque yihadista.
Según lo relatado por sus amigos, Echeverría se interpuso entre uno de los atacantes y una mujer a la que éste estaba agrediendo. La última vez que lo vieron, yacía en el suelo.
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, dijo estar “consternado” por su muerte, al enviar sus condolencias a la familia. “Lo recordaremos siempre por su acto heroico y ejemplar”, escribió en Twitter.
Carrera muy reñida
May anunció el 18 de abril el adelanto de las elecciones, previstas en el 2020, cuando llevaba 20% de ventaja en los sondeos respecto al líder laborista Jeremy Corbyn, y lo hizo argumentando que quería fortalecer su posición antes de las negociaciones de divorcio con Bruselas ampliando su mayoría absoluta, que era de 17 diputados.
Lo que empezó como un plebiscito sobre Corbyn y su aptitud para enfrentarse a una Unión Europea con sed de venganza -según la descripción de May- acabó siéndolo sobre la capacidad de la primera ministra para mejorar la situación de los más humildes, proteger al país de atentados y, en definitiva, dirigirlo.
“Dadme vuestro apoyo para liderar al Reino Unido, dadme la autoridad de hablar en nombre del Reino Unido, fortalecedme para luchar por el Reino Unido”, pidió el martes May en Stoke-on-Trent, la ciudad con mayor apoyo al Brexit en el referéndum de junio de 2016.
Corbyn ha ido reduciendo la ventaja en los sondeos a sólo 1% -Survation, sondeo del martes-, un dato a tomar con precaución dada la persistencia de los sondeos británicos en equivocarse en las últimas citas electorales.
El líder laborista prometió acabar con la austeridad presupuestaria, contratar más policías y fortalecer los servicios públicos.