(Bloomberg) La recuperación de Petróleo Brasileiro vuelve a toparse con dificultades en tanto Brasil se hunde en un nuevo período de turbulencia política que está azotando las acciones, los bonos y la moneda del país.
El plan de la petrolera para vender US$ 21,000 millones en activos, parte fundamental de su campaña para desendeudarse y recuperar una calificación crediticia en grado de inversión, ahora quedó perjudicado por la incertidumbre sobre la posibilidad de que el presidente de Brasil, Michel Temer, concluya su mandato.
A la empresa estatal con sede en Río de Janeiro le costará más encontrar compradores para las refinerías y los campos que quiere vender con este clima, dijo Chris Kettenmann, jefe de estrategia de energía de Macro Risk Advisors.
“Esto le cuelga otro problema a un contexto político que ya era complicado”, dijo Kettenmann en entrevista telefónica desde Nueva York. “¿Los compradores querrán utilizar capital? Es una pregunta”.
El golpe político llega justo cuando el máximo responsable, Pedro Parente, nombrado hace un año por Temer, estaba teniendo éxito en recuperar la empresa tras una extensa investigación por corrupción y la peor depresión de la industria petrolera en una generación.
Renuncia rechazada
El jueves, Temer rechazó los pedidos de renuncia después que un diario local informó sobre una grabación secreta en la que supuestamente se revela que aprobó comprar el silencio de Eduardo Cunha, un expresidente de la Cámara de Diputados caído en desgracia.
Los mercados se hundieron mientras miembros del Gabinete y aliados del Gobierno amenazaban con renunciar en respuesta a las acusaciones, lo que puso en peligro la agenda de reformas promercado de la administración.
Las acciones de Petrobras se hundieron 16% en Sao Paulo y quedaron a 13.15 reales, la peor caída desde 1998. Los rendimientos de los US$ 3,500 millones en bonos de Petrobras con vencimiento en 2023 subieron a 5.78%, la tasa más alta desde marzo.
Si no se venden suficientes activos, Petrobras encontrará otras formas de alcanzar sus objetivos de reducción de apalancamiento, dijo Parente el jueves en una conferencia en Nueva York, según un funcionario del departamento de prensa de la compañía.
Al Gobierno también le costará más atraer postores para las rondas de licenciamiento de petróleo programadas para el segundo semestre del año, dijo Kjetil Solbraekke, un consultor de Rystad Energy en Río.
Brasil está intentando atraer a nuevos agentes a la industria petrolera para ayudar a acelerar el crecimiento de la producción en la economía más grande de Latinoamérica.
“Los inversores miran y dicen: ‘¿Cómo puedo poner miles de millones de dólares ahí?’”, dijo Solbraekke. “El problema con Temer puede retrasar todo”.
