Hoy lunes, la candidata demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump estarán cara a cara durante 90 minutos en su primer debate televisado, y donde un estimado de 100 millones de estadounidenses estará mirando sus televisores, computadores y teléfonos inteligentes para seguir este acontecimiento.
Este debate, que se realizará en la Universidad de Hofstra en Hempstead (Nueva York), es la oportunidad de Hillary de repuntar luego de un par de semanas en las que Trump ha acortado la distancia (46.2% frente a 43.2%), y donde el tema de su salud se apoderó de la campaña.
Según el diario El Mercurio, el equipo de Clinton espera que su conocimiento y experiencia política le ayuden a exponer las debilidades del empresario, que la ex senadora logre provocarlo y sacarlo de sus casillas para que el magnate demuestre que no está capacitado para ser Presidente.
Sin embargo, “su mayor debilidad es que las expectativas para su actuación son mucho mayores de lo que son para Trump”, dijo Molly Reynolds de Brookings Institution.
Por otro lado, el candidato republicano, un novato político, deberá controlar su temperamento e intentará probar que está listo para ser el comandante en jefe. Estará por verse cómo reaccionará ante una constante provocación, que la mayoría piensa podría hacerlo tocar incluso temas como el escándalo de Mónica Lewinsky.
¿Cómo llegan?
Cuando faltan alrededor de seis semanas para las elecciones, los debates llegan en un momento crucial de la campaña. Clinton, que tras las convenciones partidistas tenía hasta 10 puntos de ventaja sobre Trump, ha perdido terreno y está solo tres puntos por delante del empresario, de acuerdo al promedio de encuestas de Real Clear Politics.
De todas formas, la ex senadora se mantiene adelante en la carrera por los 270 votos del Colegio Electoral, necesarios para ganar la presidencia (ver infografía).
Pero falta mucho todavía. Los sondeos de Reuters/Ipsos señalan que alrededor de un 20% del electorado sigue indeciso, una cifra alta a estas alturas.
Este cara a cara será la mejor oportunidad para que los dos candidatos, considerados poco fiables por los votantes (aproximadamente seis de cada diez, según un sondeo de The Washington Post/ABC News), entierren las dudas sobre su idoneidad para la Casa Blanca.
Las últimas polémicas
Ambos candidatos han tenido momentos memorables durante esta carrera presidencial. Y algunas de sus más controvertidas polémicas podrían ser revividas durante el debate.
Clinton no solo ha sido cuestionada por su salud, luego de sufrir una neumonía que la alejó de la campaña un par de días, sino que enfrenta problemas más graves por el uso de un correo privado en sus tiempos como secretaria de Estado (2009-2013) y sus recientes comentarios de que muchos de los partidarios del candidato republicano son “deplorables”, todos puntos que podría atacar Trump.
El empresario, por su parte, no solo ha sido cuestionado por su trato a los inmigrantes, su reciente viaje a México y la aspiración de construir un muro fronterizo. Hillary podría apelar a las revelaciones del Washington Post, que aseguró que Trump utilizó fondos de la fundación para su beneficio y a la ampliamente criticada comparación de su hijo, Donald Trump Jr., de los migrantes sirios con dulces envenenados. También “ha demostrado ser vulnerable en su alcance y profundidad de conocimientos sobre temas nacionales e internacionales”, aseguró Fred Bayles, profesor de la Boston University, por lo que lo va a presionar a detallar sus planes.
Los temas del debate
La seguridad nacional luego de los últimos atentados en Nueva York y Nueva Jersey y la amenaza que representa el Estado Islámico han marcado la campaña presidencial. Por eso no es de extrañar que acaparen la atención del primer debate. El encuentro se centrará en la economía, la seguridad y la “dirección” del país, temas propuestos por el moderador del debate, Lester Holt, del programa NBC Nightly News.
El duelo estará dividido en seis segmentos de 15 minutos cada uno y el moderador abrirá cada segmento con una pregunta, cada candidato tendrá dos minutos para responder. Luego, ambos tendrán la oportunidad de responder al otro.
La Comisión de Debates Presidenciales ha programado dos más de estos enfrentamientos presidenciales (el 9 y 19 de octubre) y un debate vicepresidencial, entre el demócrata Tim Kaine y el republicano Mike Pence, el 4 de octubre. El segundo encuentro será un foro ciudadano abierto, en el que la mitad de las preguntas las plantearán directamente los asistentes del público, y la otra mitad las hará el moderador basado en temas de interés amplio, mientras el tercer debate será igual al primero.
Las cadenas de noticias ofrecerán una transmisión en vivo gratis al igual que YouTube, Twitter y Facebook.