Bloomberg.- El futuro de Theresa May estaba en duda en tanto algunos tories se pasearon por estudios de televisión cuestionando si ésta debía seguir o no como primera ministra, una batalla pública por el control del Gobierno británico que podría sumir las negociaciones sobre el Brexit en el caos.

Grant Shapps, que fue presidente del Partido Conservador, dijo tener una lista de compañeros que quieren elegir un nuevo líder del partido y primer ministro, después de que May no lograra obtener la mayoría las elecciones nacionales de junio.

La lista de alrededor de 30 rebeldes está “creciendo” e incluye a cinco ex ministros del gabinete, así como a tories de ambos bandos del debate sobre el Brexit, señaló.

Pese a la campaña anti-May, todavía no está claro si Shapps y otros tienen suficiente apoyo para obligarla a dejar su cargo contra su voluntad.

“Creemos que la primera ministra debería dar un paso al lado ahora de forma voluntaria para que pueda haber una elección de líderes lo más pronto posible”, dijo Shapps en una entrevista telefónica. “Está claro que tenemos que tener una reorganización y eso significa que es hora de avanzar”.

Shapps es la figura de más alto nivel en pedir la renuncia de May hasta el momento después de su desastroso discurso del miércoles para cerrar la Conferencia Conservadora.

Prestó servicio con May en el gabinete de David Cameron y, en su calidad de ex presidente del partido, colaboró con la supervisión de la exitosa elección general de 2015.

Destituir a May ahora provocaría un caos en las negociaciones por el Brexit. Los tories podrían tardar tres meses en elegir un nuevo líder, mientras el reloj sigue corriendo para el proceso de negociación.

El ministro de Economía, Philip Hammond, advirtió esta semana que los arreglos de transición que quiere el Reino Unido al dejar la Unión Europea serán menos valiosos para los negocios si no se los acuerda pronto.

La libra siguió cayendo, en tanto el analista de Nomura Jordan Rochester pronosticó que llegaría a mínimos después del Brexit si May renunciara.

Salvar a May
El viernes por la mañana estaba en marcha una operación concertada para mantener a May en el poder. La secretaria del Interior, Amber Rudd, escribió un artículo para el diario The Telegraph en el que decía: “Debería quedarse”.

El secretario de Medio Ambiente, Michael Gove, recorrió los estudios de televisión con el mismo mensaje.

Charles Walker, vicepresidente de la comisión 1922 de legisladores tory, dijo que los rebeldes no se impondrían.

“Downing Street debe estar encantada de saber que es Grant Shapps quien lidera este supuesto grupo: Grant tiene muchas aptitudes pero lo que no tiene es seguidores en el partido”, le dijo a la BBC. Es una “coalición de desilusionados”, agregó.

Shapps, que emprendió su propia gira por los medios el viernes por la mañana, señaló que su nombre fue puesto en el dominio público por líderes parlamentarios del partido que querían exponer el complot contra May antes de que tuviera suficiente impulso.

La lista de rebeldes ha crecido desde la conferencia del partido, donde las divisiones de los tories quedaron al descubierto y el discurso de May se vio opacado por la intromisión de un bromista y luego por un largo ataque de tos que la dejó casi imposibilitada de terminar su alocución.

Pese a los llamamientos por un nuevo líder, figuras tory de alto rango no creen que haya suficientes rebeldes para expulsar a May si ella está decidida a quedarse.

Shapps le dijo a Bloomberg que quería que May supiera lo que piensan sus compañeros y que diera un paso al lado de manera voluntaria a fin de que el partido pudiera celebrar comicios para elegir un nuevo líder.