Santiago de Chile (AFP).- Un terremoto de 7.6 grados en la escala de Richter afectó hoy el sur de Chile y generó una alerta de tsunami en cinco regiones del país, aunque los primeros reportes señalen personas afectadas o daños mayores, informó hoy la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi).
El sismo se sintió a las 11:22 hora local (14H22 GMT) a 67 kilómetros al noroeste de la localidad de Melinka, en la isla de Chiloé, ubicada frente a las costas de la región de Los Lagos (1.021 km al sur de Santiago), según la Onemi en base a reportes del Centro Sismológico Nacional.
El terremoto generó una “alerta de tsunami para la zona costera de las regiones afectadas”, mientras que la Onemi llamó a evacuar zonas costeras de la Región de Los Lagos y abandonar por precaución las playas en las regiones del Biobío, La Araucanía, Los Ríos y Aysén.
La llegada de las primeras olas del tsunami se estimó a las 13H21 (14H21) en las costas de la isla de Chiloé, donde se inició la evacuación de las personas hacia zonas altas.
“El terremoto nos agarró cuando estábamos tomando desayuno e inmediatamente salimos de la casa por el tsunami”, relató a la televisión chilena un hombre cuando escapaba junto a su familia hacia los sectores más altos.
Los primeros informes indicaron que no se registraron víctimas fatales ni heridos a consecuencia del sismo, las comunicaciones telefónicas y de internet se mantuvieron, pero hubo daños en carreteras y cortes de energía eléctrica aislados en algunas localidades, según mostró la televisión local.
El sismo sorprendió a la población en Navidad, un día en que todo el comercio se encuentra cerrado.
Chile es uno de los países más sísmicos del mundo y ha puesto en marcha una estricta norma de construcción antisísmica, destinada a salvar vidas y evitar el colapso de los edificios.
En septiembre del año pasado, un terremoto de 8.4 en la escala de Richter seguido de un tsunami sacudieron la región de Coquimbo, provocando la muerte de 15 personas.
En 2010, otro sismo de 8.8, seguido también de un tsunami, azotó el centro y sur del país, dejando más de 500 muertos.