Londres (Thomson Reuters Foundation).- Unas 30 millones de personas viven como esclavos en el mundo, a través de trata de blancas en burdeles, trabajos forzados, como víctimas de explotación o simplemente por haber heredado ese estatus, indicó el jueves un índice global sobre este tipo de opresión.
Casi la mitad de la cifra corresponde a India, donde los rangos de esclavitud van desde contratos laborales abusivos a explotación comercial sexual, aunque el flagelo existe en los 162 países sondeados por Walk Free, un grupo de derechos humanos con sede en Australia.
Su estimación de 29.8 millones de esclavos en el mundo es mayor que los resultados de estudios previos sobre el tema. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) considera que casi 21 millones de personas son víctimas de trabajos forzados en el mundo.
“Hoy algunas personas todavía nacen siendo esclavos por herencia, una realidad impactante y dura, particularmente en partes de África occidental y el sur de Asia”, indicó el reporte.
“Otras víctimas son capturadas o secuestradas antes de ser vendidas o retenidas para su explotación, ya sea a través de un ‘matrimonio’, de trabajo no remunerado en botes pesqueros o como trabajadores domésticos. Otros son atraídos con engaños a situaciones de la no pueden escapar, con falsas promesas de un buen trabajo o educación”, agregó.
El Índice Global de Esclavitud 2013 define la esclavitud como la posesión o control de una persona para negarle la libertad y explotarla para conseguir sexo o lucrar, habitualmente mediante la violencia, coerción o el engaño.
La definición incluye a las labores de servidumbre, matrimonio forzado y el secuestro de niños para obligarles a participar en conflictos.
De acuerdo al índice, sólo 10 países mantienen a tres cuartos de los esclavos del mundo.
Después de India, China tiene el segundo lugar con 2.9 millones de esclavos, seguido por Pakistán (2.1 millones), Nigeria (701,000), Etiopía (651,000), Rusia (516,000), Tailandia (473,000), la República Democrática del Congo (462,000), Myanmar (384,000) y Bangladesh (343,0000).
El índice también estudia a las naciones por prevalencia de esclavitud en proporción a su población.
De acuerdo a esta medición, Mauritania tiene la peor evaluación, puesto que casi el 4 por ciento de su población de 3.8 millones de habitantes vive esclavizada. Estimaciones de otras organizaciones señalan que el nivel es de hasta 20%.
La esclavitud por herencia es común en Mauritania, donde el estatus de siervo es traspasado de generación en generación. Los “dueños” compran, venden, alquilan o regalan a sus esclavos.
Después de Mauritania, la esclavitud es más prevalente en relación a la población en Haití, donde el sistema de trabajo forzado infantil llamado “restavek” alienta a las familias pobres a enviar a sus hijos a conocidos con más recursos, donde muchos terminan siendo explotados o sometidos a abusos.
Les siguen en la medición Pakistán, India, Nepal, Moldavia, Benín, Costa de Marfil, Gambia y Gabón.