Desde San Petersburgo, en víspera de la reunión del G20, el presidente de EE.UU. Barack Obama da por inminente la intervención militar en Siria, justificando el ataque por dar credibilidad a las instituciones internacionales y al propio congreso estadounidense, informó ElMundo de España.
“No es mi credibilidad la que está en juego, es la de la comunidad internacional (…) no puede seguir muda”, ha asegurado. “No he sido yo, es el mundo en el que estableció una línea roja cuando prohibió el uso de armas químicas”, declaró en rueda de prensa en Estocolmo junto al primer ministro sueco Fredrik Reinfeldt,
El ganador del Nobel de la Paz de 2009 ha dado por terminada la vía diplomática -“hice todos los esfuerzos para buscar una solución”- y se ha mostrado convencido de que el Congreso de EE.UU. aprobará su propuesta de acción militar que ha afirmado que será “limitada” tanto en el tiempo como en los objetivos, que se limitarán a reducir las capacidades del ejército del presidente sirio Bashar Asad.
Por el contrario, el senador republicano John McCain ha asegurado que no apoya el proyecto de resolución del Senado para autorizar el uso de la fuerza en Siria. “Hay un número de personas que no estamos contentos”,dijo.
Aunque la pasada semana el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, calificaba de “innegables” las pruebas de uso de armas químicas, Obama se ha expresado así: “Creemos firmemente y con la alta confianza que se han usado armas químicas y que el señor Asad ha sido el origen”.
En otro momento de la rueda de prensa, se ha mostrado convencido de que “la orden vino del Gobierno de Asad”.
Putin
Por su parte, el presidente de Rusia Vladimir Putin ha suavizado el tono mostrándose por primera vez abierto a apoyar un ataque al régimen sirio si se demuestra que utilizó armas químicas, pero subrayando al mismo tiempo de que no hay pruebas de ello.
El mandatario ruso ha calificado de “agresión” cualquier uso de la fuerza sin aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU en el que él tiene derecho de veto.