(AFP).- La reunión del Mercosur prevista para el sábado en Montevideo (Uruguay) se canceló por decisión de la presidencia uruguaya del bloque, en medio de una crisis por el traspaso de ese puesto de coordinación a Venezuela.
La cancillería paraguaya recibió una nota oficial de Uruguay donde le informa que “se canceló” la reunión, dijo a la AFP el vicecanciller paraguayo, Rigoberto Gauto.
“Seguimos trabajando, buscando opciones para acercar las diferencias de opiniones que podría haber”, afirmó en medio de una de las peores crisis del bloque regional compuesto por Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Venezuela.
Brasil también recibió una nota de la Presidencia de Uruguay anunciando que la reunión fue cancelada, dijo una fuente del gobierno interino brasileño que requirió el anonimato.
Los cancilleres de los países del Mercosur podrían reunirse informalmente en Lima entre este miércoles y el jueves, a donde viajaron para la asunción de Pedro Pablo Kuczynski como presidente, indicaron fuentes diplomáticas de Asunción y Montevideo.
Férrea oposición
Brasil y Paraguay se oponen a que Venezuela asuma el comando de la agenda y los trabajos del grupo debido a la situación política que atraviesa el país.
Brasil quiere que se postergue hasta agosto la discusión del traspaso de la presidencia a Venezuela mientras que Paraguay ha señalado reiteradamente que considera que el gobierno de Nicolás Maduro busca silenciar a su Parlamento y que no debe asumir la representación del bloque regional.
“Que (Venezuela) ponga en libertad a sus presos políticos, que haga gestos que lo comprometan con la democracia, de otro modo no habrá consenso para entregar la presidencia a Venezuela”, dijo el canciller paraguayo Eladio Loizaga a la AFP al regresar de una frustrada reunión de ministros de Relaciones Exteriores en Montevideo el pasado 11 de julio.
En esa fecha, la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, llegó a la capital uruguaya y concurrió a la cancillería pero no pudo reunirse con su par paraguayo ni con el representante brasileño enviado para la ocasión. Fue recibida solo por el canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa.
La situación llegó al extremo de que Rodríguez afirmó que su país recibiría la presidencia del bloque en breve, y los otros cuatro países realizaron una conferencia de prensa pocas horas después en la que señalaron que no existía acuerdo y que seguían firmes en sus posiciones.
Uruguay se ha expresado en favor de que Venezuela asuma la presidencia rotativa del bloque.
Mecanismo por tradición
Cada seis meses, la presidencia del Mercosur, que conlleva la representación del grupo y el manejo de su agenda, cambia de manos. Tradicionalmente ese traspaso se da en las cumbres presidenciales semestrales, aunque nada en la normativa interna del bloque lo establece así.
Tampoco determina que el traspaso ocurra de forma automática como lo pretendió Venezuela.
Hace 15 días, en busca de sortear una de las peores crisis del Mercosur desde su fundación en 1991, el gobierno de Tabaré Vázquez convocó a una reunión del Consejo Mercado Común (CMC), formado por los cancilleres y los ministros de Economía, para el 30 de julio.
La suspensión de esa reunión constituye el tercer fracaso consecutivo del Mercosur para solucionar esta crisis en un encuentro con presencia de todos los socios, tras la suspensión de la cumbre presidencial que debía realizarse este mes, decidida a fines de junio.
En declaraciones recientes a un canal local, Nin Novoa, definió en pocas palabras la situación que enfrenta el Mercosur por este inédito desacuerdo: “Estamos en un verdadero problema, un gran problema”.
Venezuela ingresó al Mercosur en el 2012 en una polémica reunión de presidentes celebrada en Argentina de la que Paraguay estuvo ausente.
El Congreso paraguayo había destituido tras un juicio político al presidente de izquierda Fernando Lugo y el Mercosur suspendió a Paraguay del bloque.
Los presidentes Cristina Kirchner (Argentina), Dilma Rousseff (Brasil) y José Mujica (Uruguay), decidieron entonces aprobar el ingreso de Venezuela, que no se había concretado a falta de la aprobación precisamente del Senado paraguayo.