Evelyn Coloma
@evecoloma

La semana empezó con nuevos mensajes polémicos del ministro del Interior, Daniel Urresti, en su cuenta de Twitter. Como ya es conocido el funcionario utiliza esta plataforma para lanzar cuestionamientos al Apra y al fujimorismo; así, el lunes pidió disculpas con un tono irónico a Alan García, a Keiko Fujimori y a un sector del periodismo por su comportamiento en Internet, pero dos días después retuiteó un ‘meme’ sobre García que resultaba ofensivo para la ex primera dama Pilar Nores y a unas periodistas locales. Volvió a disculparse con estas mujeres y dijo que lo hacía “de rodillas y con sinceridad”.

Urresti ha recibido críticas de la oposición, pero también del Gobierno. La primera ministra Ana Jara ha reconocido que ha tenido una “conversación extensa” con el titular del Interior sobre estos mensajes, pero advirtió que no puede frenarlo por su derecho a la libertad de expresión. Y la ministra de la Mujer, Carmen Omonte, dijo que el manejo inadecuado de las redes sociales afecta claramente la intimidad de las personas.

El jueves la ciudad vivió la cuarta marcha contra el régimen laboral juvenil. Esta vez los jóvenes estuvieron acompañados por la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), la Federación Médica, el colectivo aprista Renovar, la Confederación de Trabajadores del Perú (CTP) y el Sindicato Único de Trabajadores de Educación (Sutep), pero no llegaron a congregar a los miles esperados en la convocatoria. No obstante, la violencia se desató con más intensidad que en los eventos anteriores: los protestantes y la policía se enfrentaron a las cerca de las 7:30 p.m. en el centro histórico de Lima y solo el gas lacrimógeno logró dispersar a los manifestantes.

En tanto, el último sondeo de Pulso Perú publicado el viernes por Gestión revela que el 61% de los peruanos está en contra del nuevo régimen laboral juvenil , pero solo un 57% asegura conocer el contenido de la norma.

Según Datum, el perfil de quien rechaza la norma es principalmente un joven limeño de entre 18 y 24 años de los niveles socioeconómicos A y B.