(Bloomberg) El fuerte rechazo público del presidente estadounidense Donald Trump a una orden judicial que bloqueó su veto revisado a los viajeros de seis países predominantemente musulmanes podría afectarlo en los tribunales, dijeron expertos legales.

Un juez federal en Hawai frenó el nuevo veto de Trump a ciertos viajeros horas antes de que entrara en vigor, lo cual constituyó un importante revés para una de sus principales iniciativas políticas. Un juez de Maryland falló en igual sentido horas más tarde.

“Tenemos que volver a la primera orden y llegar hasta las últimas consecuencias, que es lo que quería hacer desde el principio”, dijo Trump en una reunión en Nashville, Tennessee. Sus declaraciones fueron recibidas con un prolongado aplauso de la multitud.

Algunos abogados y expertos legales dijeron que en esencia Trump admitió en televisión en vivo que prefiere tener un veto a viajeros que de preferencia a las minorías cristianas en los países afectados y bloquee a muchos musulmanes que tenían derecho a entrar a Estados Unidos, como quienes tienen visas válidas, disposiciones que llevaron a los jueces a bloquear la orden ejecutiva original del 27 de enero.

Se suponía que las revisiones de la orden presentada el 6 de marzo atenderían esas cuestiones legales.

Los abogados podrían argumentar que las palabras del presidente “refuerzan su motivo real” para redactar el nuevo veto, dijo Stephen Wasby, experto legal de la Universidad Estatal de Nueva York en Albany.

“Trump dijo que quería volver a la orden ejecutiva original, que era mucho más descarada en su discriminación religiosa que la revisada”, dijo Wasby. “Le guste o no, sus palabras tendrán consecuencias en los tribunales”.

La portavoz del Departamento de Justicia Sarah Isgur Flores se negó a comentar sobre el impacto de las declaraciones de Trump.

Audiencia real
A pesar de las bravatas de Trump por la decisión del juez, quizá el verdadero objetivo del presidente no sea implementar la política, sino asegurar a sus seguidores que luchará por ella, dijo Justin Gest, profesor de ciencias políticas de la Universidad George Mason, ubicada cerca de Washington.

Su audiencia son sus votantes, no los tribunales, dijo Gest.

“Muchos de sus seguidores sienten que es Estados Unidos contra el mundo” y que han sido dejados de lado”, dijo. “Sienten que Donald Trump está intentando cambiar eso, y eso no se puede cambiar capitulando”.

Otros expertos legales dijeron que los comentarios de Trump no deberían tener repercusión alguna en los tribunales.

Trump “simplemente dijo la verdad”, dijo David Rivkin, litigante constitucional que trabajó para dos presidentes republicanos: Ronald Reagan y George W. Bush.

“Expresó su descontento en términos fuertes. ¿qué hay de malo en ello?”, dijo Rivkin. “¿Qué significado legal posible podría tener esto?”