Los miembros del Tribunal Constitucional (TC) carecen de legitimidad. Seis de sus siete vocales ya vencieron su periodo de cinco años. Sin embargo, el abogado Raúl Ferrero aclara que el desarrollo de sus actividades el legal, ya que el Congreso aún no ha elegido a los reemplazos.
“El problema con la elección es que el Congreso elegirá con criterios políticos a un órgano llamado a ser imparcial y resolver según criterios jurídicos”, apunta el letrado, quien destaca que los nombramientos requieren de una aprobación mayor a los dos tercios del cuerpo legislativo.
Además, Ferrero considera que el trabajo del TC está “muy recargado”, pues debe revisar demasiadas acciones de amparo. “En Alemania, por ejemplo, el Tribunal llega a desestimar hasta el 95% de los casos que recibe, pero aquí el TC no puede escoger qué va a ver”.
Choque de poderes
Con todo, el Tribunal Constitucional vuelve al ojo público porque sus fallos son criticados por el presidente del Poder Judicial, César San Martín , que también goza de rango constitucional, como en su reciente resolución a favor de la nivelación de los sueldos de los magistrados.
Para Ferrero, es natural que la última autoridad para dar validez de los prefectos constitucionales “cause molestias” en el Congreso, encargado de legislar, y al Poder Judicial, que maneja como última instancia la Corte Suprema .
“Siempre van a haber fricciones, más que nada porque la realidad los ha colocado así para que haya un balance de poderes”, comenta.