AP.- El rabino de Ivanka Trump criticó al presidente Donald Trump por culpar a “ambas partes” por hechos violentos en un mitin de nacionalistas blancos en Charlottesville, Virginia, y con ello se suma al creciente número de líderes judíos estadounidenses dispuestos a criticarlo.
Haskel Lookstein de la Congregación Kehilath Jeshurun, y otros rabinos de esa sinagoga de Manhattan, dijeron en Facebook el miércoles por la noche que están “profundamente preocupados por la comparación moral y ambigüedad” de la reacción de Trump.
Lookstein, que supervisó la conversión de Ivanka Trump al judaísmo, ha efectuado muy pocos comentarios sobre el presidente.
Por su parte, la Coalición Judía Republicana, que ha respaldado a Trump en controversias anteriores, lo exhortó a que “brinde mayor claridad moral en el rechazo al racismo, la intolerancia y el antisemitismo”. Entre los integrantes de la junta directiva de la coalición está Sheldon Adelson, un magnate de casinos en Las Vegas y donante republicano, que respaldó a Trump.
“Los nazis, el KKK, y los supremacistas blancos son antisemitas peligrosos”, afirmó el miércoles la Coalición Judía Republicana en un comunicado. “No hay nazis buenos ni miembros buenos del Klan”.
Varios judíos estadounidenses se han mostrado indignados y atemorizados por la marcha del sábado, que atrajo a neonazis y a miembros del Ku Klux Klan aparentemente para protestar por el retiro de una estatua del general confederado Robert E. Lee. Y también se sintieron preocupados por la reacción de Trump.
En una conferencia de prensa el martes, el mandatario retomó sus comentarios iniciales del sábado y dijo: “Creo que hay culpa en ambas partes” y “había personas excelentes en los dos bandos”.
Un automóvil conducido por un presunto nacionalista blanco embistió a un grupo de manifestantes opuestos a la marcha nacionalista y causó la muerte de una mujer, Heather Heyer, así como 19 lesionados.
El rabino Rick Jacobs, presidente de la Unión por la Reforma del Judaísmo un movimiento de corte liberal y abierto crítico de muchas políticas de Trump, dijo que para el presidente debería haber sido “increíblemente sencillo y fácil y obvio” descalificar a los supremacistas blancos y a los neonazis.
Una sinagoga en Charlottesville del movimiento reformista judío, la Congregación Beth Israel, ubicada a una cuadra del sitio donde ocurrieron las manifestaciones del sábado, dijo que los sitios web nazis habían exhortado a quemar la sinagoga, por lo que los líderes de la congregación sacaron sus rollos de la Torá del edificio y contrataron a un guardia. Los manifestantes pasaron enfrente mientras portaban banderas con esvásticas y gritaban el saludo nazi “Sieg Heil”, señaló el presidente de la sinagoga.
También ha habido críticas contra Trump de parte de grupos judíos estadounidenses que suelen evitar hacer comentarios directos sobre el presidente. El Consejo Rabínico de Estados Unidos, el cual forma parte del moderno movimiento ortodoxo, afirmó en un comunicado en el que nombró específicamente a Trump que “el no rechazar inequívocamente el odio y los prejuicios es una falla en el liderazgo moral y azuza las llamas de la intolerancia y del chauvinismo”.