¿Qué sucedería con la economía de Argentina si gana Scioli o Macri?

El ganador deberá enfrentar los problemas que afectan a la estancada economía argentina, que es la tercera de Latinoamérica, pero que afronta una alta inflación, desplome de inversiones, costosos subsidios, entre otros.

El próximo presidente de Argentina deberá hacer frente a un pleito judicial por deuda pública impaga.
El próximo presidente de Argentina deberá hacer frente a un pleito judicial por deuda pública impaga.

Buenos Aires (Reuters).- La elección del próximo presidente de Argentina se definirá entre el oficialista Daniel Scioli y el opositor Mauricio Macri, ambos candidatos considerados más moderados y amigables con los mercados que la saliente mandataria de centroizquierda, Cristina Fernández.

Después de resultar primero y segundo respectivamente en las elecciones presidenciales del domingo, los dos competirán el 22 de noviembre en un balotaje definitivo por tomar las riendas del país.

El ganador deberá enfrentar los problemas que afectan a la estancada economía argentina, la tercera de Latinoamérica.

Desde hace años, el país sufre una elevada inflación (cerca del 25% anual), un desplome de inversiones, costosos subsidios, distorsiones acarreadas por un control de cambios y una caída de ingresos por los menores precios de las materias primas que exporta.

A su vez, el próximo presidente deberá hacer frente a un pleito judicial por deuda pública impaga que complica el financiamiento externo del país.

A continuación, los posibles escenarios que se abrirían para la economía argentina con la victoria de alguno de los dos contendientes:

Si triunfa Daniel Scioli
Scioli es proclive a evitar excesivas intervenciones estatales en la economía, pero su cercanía con la presidenta Fernández -que ha mostrado un estilo contrario- generó cautela en los mercados y en los círculos empresariales, que estarán atentos a las primeras señales de su eventual Gobierno.

Su equipo buscará generar competitividad recortando los impuestos, sin devaluar el peso argentino pero con un sistema de flotación controlado. Sin embargo, según algunos bancos de inversión, esta tarea podría ser difícil ante una mayor caída en las reservas internacionales del país.

Scioli intentará bajar gradualmente la inflación y llevarla por debajo del 10 por ciento anual al cabo de su cuarto año de mandato, de la mano de las inversiones privadas que prevé que lleguen al país atraídas por las certezas sobre el rumbo económico.

A su vez, según sus asesores, las divisas permitirán liberar gradualmente el actual control de cambios, en primer lugar para que la industria pueda importar los insumos que necesita y, más adelante, abastecer de dólares al mercado minorista.

Dado que como gobernador de la provincia de Buenos Aires autorizó alzas en las tarifas eléctricas, se espera que Scioli recorte de a poco los costosos subsidios energéticos, a los que se destina casi el 4 por ciento del PIB.

Esto afectaría a la clase media, principal beneficiaria de la asistencia, pero Scioli espera compensarla al eximir a medio millón de argentinos del pago de un cuestionado impuesto sobre el salario, una medida que anunció la semana pasada.

Además, para calmar la tensión con el poderoso sector agropecuario, Scioli eliminaría impuestos a las exportaciones de economías regionales y bajaría los del trigo y el maíz, aunque no se espera al comienzo de su gestión un recorte en el gravamen a la soja, el principal cultivo de Argentina.

Respecto del pleito por deuda impaga que el país mantiene con los “holdouts”, el oficialista ha dicho que buscará una negociación justa y una mayor flexibilidad por parte de los acreedores para superar un conflicto que ha alejado a Argentina de los mercados de capitales. Pero ha usado la misma palabra que usa el Gobierno para referirse a los acreedores: “buitres”.

Si triunfa Mauricio Macri
Macri ha dicho que implementará cambios más rápidos y no tan graduales en la economía, como levantar de inmediato las restricciones para adquirir divisas. El alcalde de la ciudad de Buenos Aires cree que esa medida atraerá las inversiones necesarias para evitar una abrupta devaluación del peso.

La política monetaria de su Gobierno estará en línea con el objetivo de bajar la inflación y mantendrá a raya la emisión monetaria. Su equipo afirma que las divisas impulsarán proyectos productivos y de infraestructura sin necesidad de recurrir a la emisión.

El ex empresario dijo que reducirá los subsidios energéticos a la clase media y probablemente compensaría el impacto con un alivio del impuesto a las ganancias que pagan los trabajadores.

Para el sector agropecuario, Macri prometió eliminar las restricciones y los impuestos a la exportación de trigo y maíz, además de bajar gradualmente la alícuota que pagan las ventas externas de soja.

Se espera que el político de centroderecha llegue a un acuerdo con los tenedores de deuda impaga, aunque podría haber mucha discusión sobre el monto a pagar para zanjar el pleito.

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