(Bloomberg) Fiel a su promesa, parece que el presidente Donald Trump realmente está poniendo a Estados Unidos primero con su llamado a recortar la ayuda externa.
La propuesta presupuestaria para el año fiscal 2018 titulada “America First” (Estados Unidos Primero) propone fuertes recortes a la asistencia extranjera, como una reducción de 28.5% en el presupuesto para programas internacionales con respecto al 2016, incluyendo el Departamento de Estado y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.
Las solicitudes de gasto iniciales del presidente al Congreso fueron publicadas el jueves.
En el 2015, el año más reciente para el que se dispone de datos fiables, según un informe del Servicio de Investigación del Congreso publicado en junio, Estados Unidos proporcionó US$ 49,000 millones en ayuda a unos 144 países para apoyar varios objetivos, desde el crecimiento económico hasta la expansión del acceso a la atención médica y el combate al terrorismo.
La lista estuvo encabezada por Afganistán, Israel, Irak, Egipto y Jordania, reflejo de la campaña de Estados Unidos contra el terrorismo y sus intereses estratégicos en Medio Oriente. Nueve de los 10 siguientes países que más recibieron ayuda pertenecen a África subsahariana.
El mapa de la distribución de ayuda ha cambiado considerablemente en las últimas décadas en respuesta al cambio en los intereses de la política exterior de Estados Unidos y a las cambiantes necesidades de asistencia en todo el mundo.
Aunque Oriente Medio y África del Norte han recibido al menos el 30% de la ayuda estadounidense, la cuota de África casi se ha triplicado, de 11% en 1995 a 32% en 2015, reflejando aumentos significativos en los programas de VIH/ SIDA en la región.
La región de Asia meridional y central ha recibido igualmente una proporción cada vez mayor de asistencia, en gran parte debido a la ayuda a Afganistán y Pakistán.
Al mismo tiempo, la parte de la ayuda a la región de Europa y Eurasia ha disminuido con la “graduación” de muchos ex beneficiarios de la ayuda en Europa Oriental, según el informe de CRS.
La propuesta de Trump establece que el presupuesto “reorienta la ayuda económica y de desarrollo a los países de mayor importancia estratégica para Estados Unidos”, sin nombrar a países o regiones específicas.
También propone reducir los fondos destinados a Naciones Unidas y organismos multilaterales de préstamos como el Banco Mundial, al tiempo que mantiene suficientes recursos para programas mundiales de vacunación infantil y lucha contra la tuberculosis, la malaria y el VIH / SIDA.
El plan final estaría sujeto a la aprobación del Congreso.