Humberto Campodónico, expresidente de Petroperú, defendió a la empresa estatal de las críticas, y explicó que durante su gestión se planteó trabajar en un buen Gobierno Corporativo, que implica relaciones transparentes, ir a la Bolsa de Valores y “escapar de la injerencia política”, como lo hace Ecopetrol (Colombia) o Petrobras (Brasil).
Dijo que la imagen negativa sobre la empresa estatal se debe a que “el pasado nos condena”, y dio como ejemplo -en entrevista a RPP Noticias- la gestión del primer gobierno de Alan García, en el que las empresas públicas tuvieron grandes pérdidas.
No fue solo debido a la hiperinflación, explicó. “Como las empresas estaban subordinadas al poder político, se les obligó a vender por debajo de su costo. Eso fue lo que hicieron, para detener el alza de precios”, agregó.
“Sin embargo, nunca faltó un balón de gasolina en ninguna parte del Perú, ni se dijo que era de mala calidad. El problema no era una mala gestión, sino la injerencia política en la empresa pública”, continuó.
Por ello, resaltó la importancia del buen Gobierno Corporativo y la independencia financiera de la empresa estatal. “Si eso no se realiza, sí tenemos el problema de que la empresa petrolera sea parte de objetivos gubernamentales puramente y que no están cifrados como objetivos de una empresa pública”, advirtió.
No es un desastre
Campodónico también negó la gestión de Petroperú sea “un desastre”, como algunos especialsitas han mencionado en medios locales. “Petroperú, por la Refinería de Talara, ganó la Medalla de Plata por la Sociedad Nacional de Industrias en el 2011 y en el 2012 ganó la Medalla de Oro”, detalló.
“Es una empresa bien gestionada. El tema es como darle en su conjunto un momento de buena gestión y reingeniera y capacidades en el sistema financiero”, anotó.
En respuesta a Pablo Secada, quien señaló que no hay razón económica para la posible compra de los activos de Repsol, Campodónico señaló que sí hay una posibilidad de “generar valor agregado en la renta y en la refinación, algo que llamamos ‘integración vertical’”.
“Si miramos la realidad y no la teoría, hay empresas públicas petroleras en todos los países de América del Sur”, subrayó.
“Pero acá hay una excepción peruana. Los peruanos no tenemos capacidad ni podemos aprender para tener una empresa pública, y el tema no va por ahí: va por calibrar los pros y contras para tener una empresa estatal eficiente que cumpla con los objetivos que he dicho”, finalizó.