(Bloomberg) Arlene Foster podría tener aún más influencia que Theresa May en la forma que adopte el Brexit.
La líder del Partido Unionista Democrático (DUP, por sus siglas en inglés) de Irlanda del Norte está en condiciones de mantener el equilibrio de poder en el próximo parlamento del Reino Unido, ya que sus 10 escaños ayudarían a los Tories de May a lograr la mayoría parlamentaria que no lograron conseguir en la elección general del jueves.
“Nuestros dos partidos han disfrutado de una fuerte relación durante muchos años, y esto me da la confianza para creer que podremos trabajar juntos en interés de todo el Reino Unido”, dijo May a periodistas fuera de su residencia de Downing Street en Londres el viernes.
Foster dio poca información en cuanto a la naturaleza de esa relación de trabajo cuando habló con los periodistas en Belfast poco después. Pero dejó en claro que aún no se ha llegado a un acuerdo.
“La primer ministro habló conmigo esta mañana y vamos a entablar conversaciones con los Conservadores para explorar cómo es posible traer estabilidad a nuestra nación en este momento de gran desafío”, dijo Foster en un breve comunicado.
Ella no tomó ninguna pregunta.
La dificultad para May podría ser cumplir precisamente lo que quiere Foster. Si bien el DUP, el más grande de los partidos probritánicos y tradicionalmente protestantes, apoyó el Brexit, también quiere una “frontera sin fricciones” con la República Irlandesa, lo que podría resultar difícil si el Reino Unido abandona la unión aduanera.
Irlanda del Norte siguió siendo parte del Reino Unido cuando el resto de Irlanda obtuvo la independencia en 1922.
El DUP “estaría contento con un Brexit fuera de la reimplantación de una frontera dura”, según el profesor de la Universidad de Liverpool Jonathan Tonge, coautor de un libro de 2014 sobre el DUP. “Es bastante contradictorio”.
Alrededor del 30% de las exportaciones de Irlanda del Norte van al sur, y en el referéndum del año pasado el 56% de los votantes de la región se opusieron al Brexit.
El mes pasado, Foster dijo que cualquier aumento de las restricciones al movimiento entre Irlanda del Norte y el Reino Unido continental después del Brexit es “una línea roja”.
En su manifiesto, el DUP dijo que quiere mantener la zona de tránsito común entre el Reino Unido e Irlanda y llegar a un amplio acuerdo de libre comercio y un acuerdo aduanero con la UE, sin dar más detalles.
Sin embargo, Foster ha utilizado un discurso áspero y calificó a los opositores a la salida de la UE de “remoaners” (combinación de los términos “moan”, quejarse, y “remainer”, partidario de permanecer en la UE), lo que sugiere una postura de línea dura frente a las conversaciones.
“Aunque el DUP apoyó la campaña de abandonar la UE, es difícil imaginar un escenario en el que un partido de Irlanda del Norte apoye la reimplantación de una frontera dura”, dijo Ryan McGrath, analista de Cantor Fitzgerald LP en Dublín.