El Papa Francisco dio una charla y celebró la misa en la Catedral Metropolitana de Río de Janeiro, donde que criticó la lejanía de la Iglesia Católica respecto de la sociedad, por lo que pidió que esta “salga a la calle” para no convertirse en una ONG.
“Quiero que la Iglesia salga a la calle, que nos defendamos de lo que sea mundano, instalación, comodidad, clericalismo, de lo que sea estar encerrado. Las parroquias y los colegios son para salir. Si no salen, se convierten en una ONG y la Iglesia no puede ser una ONG”, apuntó.
Pidió a los jóvenes proteger y escuchar a los ancianos, ya que juntos tienen un desafío en común: luchar contra la exclusión. “Hagan lío, cuiden los extremos del pueblo, que son los jóvenes y los ancianos y no se dejen excluir”, invocó.
El único camino
El Papa también señaló que “la fe en Jesucristo no es broma, es algo muy serio”, y no dejó de advertir que el sacrificio del hijo de Dios es un “escándalo”.
“Es un escándalo que Dios haya venido a hacerse uno de nosotros. Es un escándalo que se haya muerto en la cruz, pero es el único camino seguro, el de la encarnación de Jesús”, agregó.