En su segunda misa masiva en Cuba, el papa Francisco pidió a la gente “seguir la invitación de Jesús” para superar la resistencia al cambio.
Desde la Plaza de la Revolución en Holguín, el pontífice dijo que Jesús desafía a diario con preguntas sobre el cambio. “Nos invita a ir lentamente superando nuestros preconceptos, nuestras resistencias al cambio de los demás e incluso de nosotros mismos”, señaló en la homilía.
Francisco inició su tercera jornada por la isla, donde ha pedido servir a la gente más que a las ideologías y no cerrarse frente a quien piensa diferente.
Holguín, donde casi todas las puertas y postes de luz y de teléfonos estaban cubiertos con carteles de bienvenida al Sumo Pontífice, será bendecida por primera vez por un Papa, ya que la ciudad no fue incluida en las visitas que hicieron a la isla Juan Pablo II y Benedicto XVI en 1998 y 2012, respectivamente.
A pesar de las especulaciones sobre el motivo del viaje del Papa a Holguín, provincia donde nacieron los hermanos Fidel y Raúl Castro, y a Santiago de Cuba, desde donde ambos comandaron la revolución que terminó con la caída de la dictadura en 1959, el Vaticano dijo que la elección no es política.
Por la tarde, Francisco volará a Santiago de Cuba, la segunda ciudad más grande del país, en cuyas cercanías está el Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre a la que le rendirá tributo el martes.
El Sumo Pontífice se ha mantenido discreto en sus pronunciamientos políticos. El Gobierno de Raúl Castro aún espera que el argentino, de 78 años, condene públicamente el embargo que Estados Unidos aplica sobre la isla y al cual Cuba señala como el principal lastre para su economía.
Durante su estancia de dos noches en La Habana, Francisco celebró una multitudinaria misa en la emblemática Plaza de la Revolución, se reunió con el líder histórico Fidel Castro, intercambió presentes con su hermano, el presidente Raúl, y departió con religiosos y jóvenes.
Detenciones
José Ferrer, secretario general de Unpacu, una organización que aglutina a varios grupos disidentes en Cuba, denunció que tres activistas fueron detenidos la noche previa en un pequeño municipio de Holguín para evitar que se acercaran al Papa durante los actos planificados en la ciudad.
“En Holguín y Santiago nuestros activistas tienen la misma intención que en La Habana: acercarse al Papa y llamar la atención por las detenciones arbitrarias y porque consideramos demasiado tibio el comportamiento del Vaticano en Cuba”, dijo Ferrer a Reuters vía telefónica desde la capital cubana.
“(Los discursos del Papa en Cuba) hablan de la gloria de Dios en el cielo, pero no de los que hacen un infierno en la tierra para los hombres”, agregó.
Antes de la llegada del Papa, fueron detenidos entre 30 y 40 disidentes en todo el país para impedir que participaran en los eventos programados para la visita del Papa, y otros tantos fueron advertidos, denunció Elizardo Sánchez, presidente de Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.
Los disidentes reclaman, además, por una apertura política en la isla de Gobierno unipartidista y por la liberación de los que consideran “presos políticos”.