Ciudad del Vaticano (AP).— El papa Francisco expresó hoy su indignación por la violencia contra las minorías religiosas en Irak, donde los niños que huyen ante el avance de extremistas han muerto de sed y pidió al mundo “detener esos crímenes”.
En un mensaje cargado con palabras fuertes durante su tradicional bendición de los domingos, Francisco dijo que las noticias procedentes de Irak “nos llenan de consternación e incredulidad”.
Recordó a “miles de personas, católicos entre ellos, han sido forzados a huir de sus casas, niños que han muerto de sed durante su escape y mujeres que han sido capturadas”.
También habló de la destrucción de “tesoros históricos y culturales”.
El papa llamó a la comunidad internacional a encontrar “una solución política eficiente que pueda detener esos crímenes y restaurar el imperio de la ley”.
Informó que un emisario personal, el cardenal Fernando Filoni, viajaría a Irak el lunes “para asegurar mi cercanía hacia a esa querida población que pasa sufrimientos”.
Filoni, embajador del Vaticano en Bagdad durante la guerra de Irak, viajará a ese país para mostrar la solidaridad con los católicos, quienes están entre los grupos a los que el Estado Islámico ha atacado.
En entrevista con la Radio Vaticana, Filoni reconoció que será difícil llegar a esa región donde hay miles de refugiados que pasan hambre.
El papa también llamó la atención sobre la reactivación de la violencia en Gaza “que causa víctimas inocentes y sólo empeora el conflicto entre israelíes y palestinos” luego del breve cese al fuego.
El pontífice viajará a Corea el miércoles por lo que pidió a los fieles “acompáñenme con sus oraciones, por favor”.