Miguel Ugaz, experto en comunicación estratégica, cree que el Gobierno “llega desgastado” al mensaje de 28 de julio que pronunciará el presidente Ollanta Humala por cuarta vez. Y una muestra de este deterioro es la designación de un nuevo gabinete con ministros que están imponiendo un estilo efectista para tener más llegada con la población.
Primero fue el nombramiento de Daniel Urresti en la cartera del Interior. Desde su juramentación no ha parado de salir en la televisión demostrando un estilo impetuoso, arengando a los policías y participando en los operativos de intervención.
Y, como segunda carta, aparece la nueva presidenta del Consejo de Ministros, Ana Jara, que siempre responde de inmediato a cualquier denuncia de abuso de la población y hace poco recomendó a las mujeres enfrentar a los acosadores del Metropolitano con clavos y agujas.
“En este nuevo estilo que está queriendo imprimir el Gobierno, hay una desintermediación de los mensajes. El ministro (Urresti) sale a los medios y te dice ‘yo te voy a solucionar el problema’. O la ministra (Jara) diciendo ‘defiéndete tú sola’. La pregunta es ¿dónde está el Estado? Ya que las instituciones no funcionan, este estilo personalista funciona bien”, opina Ugaz, quien administra en gestion.pe el blog Comunicación Estratégica.
Para el experto, hay un agravante: Si la economía camina bien, a la gente le importa muy poco cómo funcionan las instituciones, pero cuando sucede lo contrario y al mismo tiempo las instituciones son inoperantes, surge un problema mayor, sobre todo en un contexto de elecciones regionales y a un año de la carrera preelectoral para la presidencia.
“Estas experiencias son un caldo de cultivo para que termines teniendo un (Alberto) Fujimori. Si las instituciones no funcionan, si nada funciona, necesitas ‘personas que hagan’. Podríamos tener instituciones personalizadas, donde se vean que hay personas que toman la batuta y solucionan rápido las cosas”.
Según el experto, todavía hay que ver si este estilo de comunicación tiene un asidero en la realidad, en los temas de fondo, y no solo se quede en el impacto mediático, que es cortoplacista.
Sin objetivos claros
Ugaz enmarca su análisis en una figura que se repite al interior del Ejecutivo: “Han pasado seis presidentes del Consejo de Ministros, con una forma diferente de comunicar cada uno de ellos, pero todos minimizados por la pareja presidencial. Me refiero a los problemas de comunicación del presidente Humala y al estilo fuerte y sobresaliente de la primera dama Nadine Heredia”.
El Gobierno “quizá tiene algunas líneas maestras claras, pero no objetivos puntuales bien definidos”. Y así es imposible trazar estrategias de comunicación y acciones tácticas.
En ese sentido, no sorprende que Humala haya vuelto a sus bases para designar como premier a Jara y de ministro de Trabajo al vocero del partido nacionalista, Fredy Otárola. Ya no le es suficiente el lado tecnócrata con Luis Castilla, Piero Ghezzi y von Hesse, porque a estas alturas pocos se atreverían a ingresar al Gobierno y porque necesita comunicar de otra forma.