(Bloomberg).- “Estimado presidente Tusk”. Con esas palabras empezó la primera ministra Theresa May la carta de seis páginas en la que notificaba formalmente a la Unión Europea (UE) que el Reino Unido se retiraba.
¿Qué reveló el contenido? ¿Y qué puede deducirse de la reacción de las distintas capitales europeas sobre la dirección que tomarán las negociaciones? Aquí algunos puntos clave.
Brexit significa Brexit
Había todavía algunas personas en Europa que creían que el Reino Unido no continuaría con el propósito del voto del referéndum del año pasado para abandonar la Unión Europea. El miércoles, esa esperanza se disipó.
Para el 30 de marzo del 2019, el Reino Unido estará fuera de la UE. “Este es un momento histórico del que no puede haber vuelta atrás”, dijo May a los legisladores en Londres.
El destinatario de la carta, el presidente de la UE, Donald Tusk, dijo que “no hay razón para pretender que este sea un día feliz, ni en Bruselas ni en Londres”.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, afirmó que se “sentía bien”, pero que los británicos habían hecho “una elección que lamentarán algún día”.
A pesar del tono más cálido de May, y de las cortesías de Tusk, las dos partes están tan separadas como siempre sobre cómo se desarrollarán las negociaciones.
May quiere que sean amigos
Después de haber activado el Artículo 50, May ya no necesita perder tiempo en convencer a sus colegas escépticos de que esté comprometida con su causa. Ahora puede dirigir su atención a sus homólogos de la Unión Europea e intentar atraerlos.
En enero May alarmó a los líderes europeos con la amenaza de alejarse de las conversaciones y convertir a Gran Bretaña en un paraíso fiscal si la oferta comercial de la UE no era lo suficientemente buena, pero utilizó un tono mucho más conciliador en su carta.
El voto del Reino Unido para abandonar la UE “no fue un rechazo a los valores que compartimos como compañeros europeos”, insistió. “Le he escuchado con atención” y a otros líderes de la UE, dijo a Tusk, prometiendo que el Reino Unido no “será selectivo” con los elementos de la membresía en el mercado único.
May dijo que entendía que las negociaciones serían difíciles y que Reino Unido pagaría un precio por la separación, perdiendo su influencia sobre el establecimiento de normas comerciales de la UE que las empresas basadas en el Reino Unido tendrán que seguir.
“Es una carta dura: Brexit es Brexit”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores holandés Bert Koenders. “Pero había elementos constructivos en la carta como la protección de los valores europeos y la necesidad de una nueva buena relación.
Pero ella no puede evitar hacer una amenaza
May plantea el Brexit como un acuerdo que no puede tratarse solo de dinero y comercio, sino que debe ser una “asociación profunda y especial” que propicie la prosperidad y también la seguridad, que fue mencionada 11 veces en la carta.
Una semana después de un ataque terrorista en Londres, May vinculó repetidamente la seguridad a la economía.
Su argumento llegó a un crescendo en la última página de la carta, cuando demandó un acuerdo de seguridad y comercio en el contexto de mayores amenazas a la estabilidad regional que se extienden más allá de las áreas de competencia de la UE.
“La seguridad de Europa es más frágil hoy que al final de la Guerra Fría”, indica la carta de May. “Reducir nuestra cooperación para la prosperidad y la protección de nuestros ciudadanos sería un error costoso”.
Más tarde, la secretaria de Interior, Amber Rudd, fue más lejos. “Somos los mayores contribuyentes de Europol, por lo que si abandonáramos Europol, entonces nos llevaríamos nuestra información, esto está en la legislación, con nosotros”, dijo a Sky News.
“La realidad es que los socios europeos quieren que mantengamos nuestra información allí porque también mantenemos a otros países europeos a salvo”, subrayó.
El presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, respondió que “una estrecha cooperación en relación a la defensa, la inteligencia policial y los asuntos judiciales debe continuar con el Reino Unido independientemente de si hay un acuerdo o no”.
Guy Verhofstadt, ponente del Parlamento Europeo para el Brexit, interpretó las palabras de May como “una amenaza, en especial para Irlanda e Irlanda del Norte”.
… El argumento sobre los argumentos
May dijo que considera vital discutir los términos del divorcio junto con el marco para el nuevo acuerdo de comercio entre el Reino Unido y la UE.
Pero Bruselas inmediatamente rechazó esto, insistiendo que Reino Unido debe aceptar su factura de salida y otras responsabilidades antes de iniciar cualquier discusión sobre el futuro.
Angela Merkel de Alemania reafirmó también este punto, al mismo tiempo que ofrecía un rayo de esperanza a May. “Solo cuando se hayan abordado esas cuestiones, que esperamos sea pronto, podremos hablar de cómo crear nuestra futura relación”, precisó.
Sobre el abismo ..
May también pidió un compromiso temprano de parte de la Unión Europea para negociar un período de transición, el cual describió como fases de implementación, para ayudar a que los negocios eviten quedar en el “abismo” Brexit que todos temen.
La respuesta que obtuvo no fue la que esperaba. En un proyecto de resolución, el Parlamento Europeo, que debe aprobar cualquier acuerdo Brexit, dijo que se debería hacer un “progreso sustancial” hacia un acuerdo de separación “antes de que “puedan comenzar las conversaciones sobre posibles acuerdos de transición”.