La Ley de Alimentación Saludable, llamada en contra de la publicidad de “comida chatarra”, ha generado las más diversas reacciones entre la población, especialistas en Publicidad, Marketing y Derecho, así como en los gremios empresariales.
Recientemente promulgada por el presidente Ollanta Humala, la norma incluyó una modificación en el Artículo 8, con lo que se estableció lo siguiente:
La publicidad dirigida a niños, niñas y adolescentes menores de 16 años no debe incentivar el consumo inmoderado de alimenos y bebidas alcohólicas, con grasas trans, alto contenido de azúcar, sodio y grasas saturadas […].
Robby Ralston, consultor en Marketing y fundador de la agencia que lleva su nombre, calificó esta norma como una “Ley Chatarra, a secas”. En el blog de la consultora, dijo que esta carece de precisión y abre las puertas a la corrupción. Incluso dio algunos ejemplos de comerciales televisivos que se verían afectados:
Coca-Cola
“¿Quién decide si este comercial de Coca-Cola está dirigido a menores de 16? ¿Quién decide si está dirigido a incentivar el consumo o solamente a generar preferencia de marca? El comercial usa niños como modelos, pero ¿está dirigido a niños? Nadie sale tomando Coca-Cola en el comercial. Pero, ¿hará que se tome más gaseosa? Respuesta: no nos compliquemos compadre, cáete con 50 mil”, se lee en el post.
Sublime
“Este comercial de Sublime usa almendras animadas: obviamente está dirigido a niños, ¿no? Pero si demuestras que el mayor consumo de chocolates es hecho por adultos y que a los niños como que no le gustan mucho las almendras, lo arreglamos con un billetito”, señaló el autor.
San Jorge
“Dice la ley: ‘Mostrar porciones no apropiadas a la situación presentada, ni a la edad del público al que está dirigida’. Pregunta: En este comercial de San Jorge, cada paquete trae 10 galletas. ¿10 galletas es mucho o está bien? Respuesta: como son 10 galletas, lo arreglamos con 10 mil”, agregó Ralston.
Inca Kola
“Dice la ley: ‘Sugerir que un padre o adulto por adquirir el alimento o bebida es más inteligente o más generoso que el que no lo hace, tampoco deben hacer referencia a los sentimientos de afecto de los padres hacia sus hijos por la adquisición o no del producto’. Bueno, aquí no cabe duda ni hay coima que valga: este comercial clásico de Inca Kola es un crimen abominable según la nueva ley! Prohibidísimo!”, anotó el especialista.
“Todos nosotros crecimos mamando publicidad. Nadie me va a convencer que es un pecado invitarle una Coca-Cola o un chocolate a mis hijas. Lo voy a hacer cuando me dé la gana. Y ellas serán siempre libres de hacerlo cuando les dé la gana, sin que el Estado tenga por qué meterse”, continuó el autor en su post.