(AP).- Para el rey Juan Carlos I, que anunció hoy su abdicación, América Latina siempre fue una de sus prioridades. El monarca visitó 80 veces el continente americano, más que ninguna otra región, donde dejó un sinfín de anécdotas como el inolvidable “¡Por qué no te callas!” que le espetó al fallecido Hugo Chávez en 2007.
“Fue una relación intensa prácticamente desde el principio”, dijo Carlos Malamud, investigador principal para América Latina del Real Instituto Elcano. “El rey fue una pieza importante de la diplomacia y la proyección exterior española”, agregó.
El primer país extranjero que pisó Juan Carlos como rey de España fue la República Dominicana en 1976. Desde entonces, comenzó una estrecha relación que ha durado hasta su renuncia.
El legado político más importante de su reinado son las Cumbres Iberoamericanas de jefes de Estado y de gobierno. La primera se celebró en Guadalajara, México, en 1991. Uno de los hitos de estos encuentros, que reúnen a los países latinoamericanos con España y Portugal, fue la inclusión de Cuba.
“Mientras Fidel Castro estaba en activo no se perdía una cumbre”, recordó Malamud. “Uno de los grandes logros de las cumbres fue el haber dado participación a una Cuba que estaba totalmente aislada de América Latina en aquel momento”, dijo. “No había entonces ningún foro multilateral en el que participara”, añadió.
Fue precisamente en la cumbre de Chile cuando se produjo el célebre rifirrafe entre el rey y Chávez. Juan Carlos perdió la paciencia con el presidente venezolano, que estaba criticando al entonces jefe del gobierno español, y le gritó “¡Por qué no te callas!”.
La espontaneidad de Juan Carlos generó numerosas anécdotas en sus casi 40 años de reinado. En el primer Congreso de la Lengua española celebrado en 1982 en Zacatecas, México, fue recibido con más fervor casi que en España.
En 2000, durante su segunda visita a Bolivia, los reyes sacaron del anonimato a la quinua, el “grano de oro de los Andes”, por sus cualidades nutritivas. La reina Sofía pidió en su menú platos preparados con quinua.
El presidente ecuatoriano Rafael Correa relató como Juan Carlos le regaló sin pensarlo dos veces una corbata de color verde, cuando le recordó que ese color era el de su movimiento político Alianza País.
“Resulta cuando menos curioso que países que se definen y tienen un fuerte sentimiento republicano, sin embargo, cuando los reyes viajaban había un gran afecto por la figura del monarca”, dijo Malamud.
También explicó que el rey, como primer embajador de España, jugó su papel en la expansión de las empresas españolas hacia la región y consideró que el futuro monarca Felipe VI, que desde hace años representa a España en las tomas de posesión de presidentes latinoamericanos, también guardará una especial relación con el otro lado del Atlántico.